La generación del 80 reunió a pensadores, escritores y dirigentes políticos argentinos que compartían un pensamiento conservador.
El término generación proviene del vocablo latino generatio. El concepto tiene varios usos; en este caso, nos interesa su acepción como el conjunto de individuos que, con edades, influencias culturales y entornos sociales similares, comparten una misma postura o posición en un ámbito del arte o del pensamiento.
En este sentido, pueden reconocerse múltiples generaciones a nivel mundial y en diferentes áreas. Cada generación es un grupo que sigue una determinada tendencia o instaura un movimiento.
La generación del 80, en este marco, reunió a intelectuales argentinos que, entre las últimas décadas del siglo XIX y el comienzo del siglo XX, se caracterizaron por su pensamiento conservador. Dichos escritores y dirigentes políticos integraban la clase alta de la época.
TemasCaracterísticas de la generación del 80
Los miembros de la generación del 80 constituían la élite de la sociedad argentina. Entre 1880 y 1916, este sector estuvo al frente del gobierno nacional, instaurando un régimen oligárquico.
Sus integrantes, por lo tanto, pertenecían a un conjunto reducido de familias que eran dueñas de grandes extensiones territoriales. Con el general Julio Argentino Roca como referente más importante a nivel político, la generación del 80 no solo accedió al poder estatal, sino que también impuso su mando en la economía, la cultura y el ámbito militar.
Fueron casi cuatro décadas de predominio de la generación del 80. Roca, en este contexto, ejerció la presidencia argentina en dos periodos (de 1880 a 1886 y luego de 1898 a 1904).
La exportación agropecuaria fue la base de la economía del régimen instaurado por la generación del 80.
Su modelo de país
Con Buenos Aires como eje central, el modelo impuesto por la generación del 80 era agroexportador. La economía se basaba en la producción de carnes y cereales que se exportaban sobre todo a Inglaterra.
Para aumentar la superficie de tierras productivas, el régimen promovido por la generación del 80 desarrolló campañas militares para conquistar territorios que pertenecían a pueblos aborígenes. De este modo, el territorio administrado por el Estado nacional creció de gran forma.
Con más tierras para la producción, Argentina logró impulsar su actividad económica. En este proceso también se mejoraron el transporte y las comunicaciones. Por otro lado, la generación del 80 fomentó la inmigración europea, cuadriplicando la población en menos de medio siglo.
Impacto cultural de la generación del 80
Un aspecto destacado de los años de la generación del 80 fue el gran impulso dado a la educación. Para generar cohesión social y cultural en un país que recibía a miles de inmigrantes, apoyaron el desarrollo de un sistema educativo público que redujo la tasa de analfabetismo en más de 20 puntos entre 1869 y 1895.
Por otra parte, en sintonía con su promoción de la llegada de inmigrantes europeos al país, la generación del 80 adhirió a las principales corrientes artísticas y culturales del Viejo Continente. De todas maneras, en este periodo se vivió un auge del tango y de lo gauchesco.
Su declive
Para mantenerse en el poder, la generación del 80 recurrió a diversas prácticas antidemocráticas. El control del sufragio y el fraude fueron herramientas que contribuyeron a extender la permanencia del grupo en el gobierno.
Sin embargo, el crecimiento poblacional y la diversificación social produjeron nuevas demandas de la comunidad. Con la llegada de extranjeros también arribaron activistas que difundían los preceptos del sindicalismo, el anarquismo y el socialismo, a quienes el gobierno persiguió y reprimió.
Las huelgas, los enfrentamientos con fuerzas de seguridad y la oposición a nivel político fueron ganando intensidad, con lo cual los dirigentes se vieron obligados a dejar paso al ala modernista de su sector y finalmente a permitir la participación política masiva mediante una ley de sufragio secreto, universal y obligatorio.
En 1916, con la aplicación de esta normativa (la llamada Ley Sáenz Peña) por primera vez, los conservadores perdieron las elecciones y así la presidencia fue alcanzada por Hipólito Yrigoyen, exponente de la Unión Cívica Radical.
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