Una gorra es un accesorio que se utiliza para proteger la cabeza del sol. Gracias a su visera, resguarda también el rostro y facilita la visión ya que bloquea los rayos solares. Por ejemplo: “Si vas a la playa, no te olvides de llevar tu gorra”, “El tenista jugó con una gorra roja durante todo el encuentro”, “Me quite la gorra para ingresar a la piscina y luego no la pude encontrar”.
Por lo general las gorras cuentan con algún tipo de mecanismo que permite modificar su ajuste. De esta manera, pueden adaptarse al tamaño de la cabeza de la persona. Ciertos modelos, además del ala delantera (la visera), presentan también alas laterales.
En algunos deportes que se desarrollan al aire libre, como el béisbol, el cricket y el tenis, es habitual que los jugadores utilicen una gorra. De lo contrario, podrían tener inconvenientes para ver la pelota si el sol los encandila.
La gorra también forma parte del uniforme de algunas fuerzas de seguridad. Los miembros de la Policía Federal Argentina, por citar un caso, llevan una gorra que incluye el escudo de la nación o la sigla P.F.A.
En algunas partes del continente americano, esta prenda de vestir tan particular se conoce con el nombre de cachucha, y probablemente existen muchas más formas de referirse a ella, algunas más informales que otras. A pesar de que en general se asocie con los niños y los jóvenes, la gorra puede ser usada por personas de todas las edades, además de no ser exclusiva de ningún sexo en particular.
De hecho, en las épocas de más calor podemos ver a mucha gente diferente usando gorra para protegerse de los golpes de calor y de la luz solar, sobre todo al realizar actividades deportivas, al caminar por la playa o simplemente pasear por las calles. Para satisfacer todos los gustos y necesidades, no sólo se comercializan en diferentes tamaños sino también en una amplia gama de colores y diseños, sin dejar de lado la variedad en los materiales.
Si nos abstraemos durante un momento del aspecto que tiene la gorra actual más usada a nivel internacional, entenderemos que su historia es muy antigua. Tanto es así que algunas de sus primeras formas las encontramos en el antiguo Egipto, donde se usaba el tocado en sus varias versiones, una prenda que también cubría la cabeza y se complementaba con el peinado en el caso de las mujeres.
En los imperios persa y romano, por otro lado, apareció el gorro frigio, el cual se fabricaba con lana y con forma de cono que terminaba en punta. Dado que lo usaban los esclavos que recuperaban su libertad, más tarde recibió el nombre de gorra de la libertad. En la antigua Grecia se popularizó el uso de una gorra sencilla denominada pilleus, que se formaba con una corona elaborada con lana.
A lo largo de los siglos entre el XV y el XIX, prendas de vestir como las gorras, los velos y los tocados tuvieron una aplicación que en la actualidad ya no es tan común: la mujer debía usarlas para que su cabello no estuviera a la vista de los hombres, más allá de su marido.
La expresión “pasar la gorra”, por otra parte, alude a la acción que realizan los artistas callejeros para recaudar dinero tras un show. Muchas veces, el artista utiliza una gorra como recipiente para recolectar los billetes y las monedas, acercándose a los espectadores para que colaboren. Por extensión, suele nombrarse al espectáculo que se desarrolla bajo esta modalidad como “show a la gorra” o “espectáculo a la gorra”.