Historia oral es el nombre que recibe un modo de reconstruir hechos antiguos a través de testimonios y datos transmitidos mediante la palabra hablada, es decir, de la oralidad.
Así como existen múltiples registros escritos que permiten apreciar el pasado, la tradición oral y toda clase de fuente oral es de suma importancia para el campo de estudio identificado como historia oral, marco en el cual se ponen en valor las experiencias, los recuerdos personales y la memoria colectiva.
Las anécdotas, las leyendas, los mitos y las declaraciones de la gente son esenciales para las tareas de descubrimiento, recopilación, preservación e interpretación de información vinculada a la historia y la identidad de un pueblo, ciudad o país.
Recursos de la historia oral
Quienes se dedican a la historia oral se valen de distintos recursos para conseguir, conservar y reproducir contenidos de interés que, por señalar algunas posibilidades, reflejen experiencias de individuos capaces de contar cómo vivieron un fenómeno de migración, un proceso de colonización, la independencia de un país, etc.
El historiador oral suele recurrir a la realización de entrevistas y hasta a charlas (formales o informales) para obtener testimonios enriquecedores que ayuden a comprender cómo alguien vivió o percibió un determinado evento o periodo histórico. Ese material puede ser registrado tanto en una grabación de audio como de video y hacerse de él una transcripción a fin de poder analizarlo y almacenarlo en formato de texto.
Es importante tener en cuenta que la historia oral encuentra sus mayores focos de interés en asuntos pasados relevantes a nivel histórico y social. Por ese motivo, la persona a cargo de la entrevista debe prepararla adecuadamente y llevarla a cabo con responsabilidad, respetando la narrativa personal de cada entrevistado/a. En ningún caso debe manipularse, juzgarse ni forzarse el resultado: cada proyecto iniciado para lograr un contenido que invite a reflexionar en torno a acontecimientos de otros tiempos necesita testimonios ofrecidos de modo voluntario y una difusión que contemple los pedidos o restricciones solicitadas eventualmente por los narradores. Los entrevistadores / historiadores deben ser fieles a su investigación, al tema abordado y hasta al lenguaje utilizado por los entrevistados.
Hay dos alternativas para elegir en cuanto a la entrevista: formular un cuestionario temático que deje al descubierto sensaciones, aspectos, fenómenos o situaciones no plasmadas en la historia documental o ir detrás de la historia de vida con una entrevista que priorice una biografía.
En beneficio de la historia oral, que bien puede aprovecharse en los entornos educativos para recopilar testimonios sobre el pasado no tan lejano (gracias a preguntas contestadas por familiares de los estudiantes, por ejemplo), es necesario contrastar fuentes y buscar apoyo o soporte en diversas especialidades o ramas centradas en la Historia.
Si bien siempre hay desafíos y limitaciones por superar en cuanto a la historia oral, el avance de la tecnología ha favorecido las tareas de los historiadores orales. En la era digital resulta más rápida y sencilla, por ejemplo, la etapa de la edición, así como se facilitan la conservación, el acceso y la difusión de proyectos y contenidos gracias a la digitalización y el uso de Internet.
Campos de aplicación y temáticas contempladas
La historia oral constituye una herramienta de enorme utilidad para realizar un análisis de carácter histórico que contemple la individualidad, con la subjetividad, el nivel de memoria, las posibilidades de expresión y los recuerdos de quien aporta su visión o interpretación de un hecho o proceso político, económico, cultural o social de otros tiempos.
La historia oral, con sus metodologías y recursos, invita a contemplar numerosas temáticas y a ser aplicada en muchos contextos o ámbitos. A modo de referencia, es interesante saber que se les puede dar voz desde este campo de trabajo a personajes “olvidados” o no tenidos en cuenta, a minorías o a integrantes de una comunidad no reflejados tal vez en un relato oficial.
Mediante la historia oral es posible contribuir a la preservación del patrimonio inmaterial de una sociedad (documentando y salvaguardando la herencia cultural desde relatos orales, por ejemplo), se pueden comprender y estudiar realidades de historia política o económica, etc.
Las aulas, por otra parte, son espacios ideales para exaltar las bondades de la historia oral y estimular en los alumnos el deseo de aprender de los más grandes a partir de sus experiencias de vida y sus declaraciones o testimonios sobre algún suceso que los tuvo como testigos o protagonistas.
La evolución de un barrio, los cambios significativos que fue experimentando un pueblo, las costumbres de antaño segmentadas por género o edad, las vivencias de víctimas civiles de un atentado o de una guerra, los primeros tiempos de un cierto movimiento social… Son variados y cuantiosos los temas o los descubrimientos que pueden explorarse sacándole provecho a la historia oral, un campo esencial para fortalecer identidades, entender culturas o contextos históricos, facilitar investigaciones y transmitir conocimientos.