La noción de hospedaje se emplea para aludir al alojamiento que se le suministra a una persona. Un hospedaje, por lo tanto, puede ser una hostería, un hotel o un establecimiento similar.
Las empresas dedicadas a ofrecer servicios de hospedaje forman parte del sector de la hostelería. Su finalidad es brindar albergue a sus clientes y, por lo general, otras prestaciones complementarias, como comida y opciones recreativas.
Tomemos el caso de un hotel que se encuentra ubicado en Playa del Carmen. Quienes visitan esta localidad de México pueden pagar una cierta tarifa para acceder al hospedaje en una habitación de dicho espacio. De esta manera, los viajeros tienen la posibilidad de pernoctar en un cuarto y, a la mañana siguiente, desayunar en las instalaciones del hotel.
Las opciones de hospedaje son muy variadas. Hay desde pequeñas posadas con infraestructura básica hasta hoteles de lujo con todas las comodidades. En cada caso, por supuesto, varía el precio del alojamiento.
Con la modernidad también llegaron nuevas formas de entender el concepto de hospedaje, que van más allá de las muchas clases de hoteles y sus planes de precios. Si bien las personas más tradicionalistas continúan optando por la contratación de una casa o de una habitación donde pasar sus vacaciones, por ejemplo, las que no temen probar cosas nuevas se dejan tentar por las propuestas más recientes de Internet, algunas de las cuales se mencionan a continuación.
En primer lugar tenemos couch surfing, una comunidad de usuarios de todo el mundo que ofrece hospedaje gratuito con la intención de hacer un intercambio cultural sin precedentes. Esta plataforma está abierta a todo tipo de personas, y esto la vuelve especialmente interesante para aquellas que no se sientan cómodas en los hoteles tradicionales, ya sea por problemas de discriminación o por las costumbres y las normas de convivencia propias de estos sitios.
Por otro lado existe el intercambio de casa, que es cada vez más popular a pesar de que consista literalmente en permitir que un grupo de gente extraña se hospede en nuestra casa durante unos días mientras que nosotros disfrutamos de la suya. Si bien existen riesgos como el hurto de nuestras pertenencias o el daño de las instalaciones, estos casos no son mayoría sino que por medio del servicio surgen nuevas amistades todos los días.
En la lista de formas peculiares de hospedaje no podía faltar la opción de acampa en mi jardín, un servicio que se originó en Inglaterra en el marco de la boda real: como tanta gente necesitaba hospedaje para estar presente durante el evento y no tenía un gran presupuesto, a alguien se le ocurrió poner su jardín en alquiler, y así comenzó esta nueva tendencia. En la actualidad, este servicio ya es popular en varias partes del mundo.
Si ninguna de estas alternativas al hospedaje tradicional está a nuestro alcance, siempre existe la posibilidad de dormir en el aeropuerto. Puede parecer incómodo y poco saludable, pero hay gente que pasa varias noches en estas instalaciones, haciendo uso de sus servicios sanitarios y de conexión a Internet, mientras aprovecha el día para visitar la ciudad.
En el terreno de la informática, la noción de hospedaje se asocia al alojamiento web. Se trata del servicio que permite almacenar documentos digitales (textos, fotos, videos, etc.) para que sean accesibles a través de Internet.
Cuando un sujeto desea tener un sitio web, necesita contar con un hospedaje donde guardar y publicar los contenidos. Puede decirse que el hospedaje o hosting es el lugar donde se ubican las páginas web. Dicho lugar es una computadora (ordenador) que funciona como un servidor, a la cual se conectan los usuarios a través de sus navegadores.
Para visitar el sitio online de un diario digital, por citar un caso, un internauta escribirá la dirección correspondiente en el navegador para que este software se encargue de dirigirlo hacia el hospedaje en cuestión.
