Para poder conocer el significado del término improperio, se hace necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso, tenemos que subrayar que se trata de una palabra que deriva del latín, concretamente de “improperium”, que es fruto de la suma de dos componentes léxicos de dicha lengua:
-El verbo “improperare”, que puede traducirse como “reprochar” o “injuriar”.
-El sufijo “-ium”.
Un improperio es un agravio que suele pronunciarse para echar en cara algo a una persona.
En el lenguaje coloquial, improperio se emplea como sinónimo de exabrupto o de insulto. Por ejemplo: “El joven pidió disculpas por el improperio y luego continuó con su relato de los hechos”, “Harto de las burlas, el futbolista lanzó un improperio a un espectador”, “El presidente estadounidense recurrió a un improperio para calificar el trabajo del periodista”.
Entre los muchos sinónimos que tiene la palabra improperio, además de los ya señalados, podemos destacar otros tales como afrenta, grosería, blasfemia, maldición o denuesto. Por el contrario, entre sus antónimos podemos hacer hincapié en elogio, alabanza, loa, lisonja, halago, cumplido, piropo o adulación.
Como injuria, un improperio es una expresión que atenta contra la honra de otro sujeto. En muchos países, pronunciar este tipo de dichos es un delito, ya que afecta la reputación y el honor del receptor del improperio.
Supongamos que, en un programa de televisión, un dirigente político acusa a un miembro de un partido diferente al suyo de ser un “maldito delincuente” que se enriqueció “robándole el dinero a la gente”. Además consideró que “debería pudrirse en la cárcel” por el daño que le causó a su nación. Ante estos dichos, la persona a quien se dirigieron las palabras afirma que se trata de improperios y que demandará al acusador por las calumnias e injurias, asegurando que jamás robó.
Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto que existe un libro que viene a recoger la gran cantidad de improperios que existen en castellano. Lleva por título “¡Mecagüen! Palabrotas, insultos y blasfemias”, está escrito por Sergio Parra y se compone de un conjunto de ilustraciones llevadas a cabo por Malagón.
Cabe destacar que, en el ámbito de la religión, se denomina improperios a los versículos cantados en el marco de la adoración de la cruz durante el oficio que se desarrolla el Viernes Santo. Estos improperios son los reproches que Jesucristo realiza a quienes lo han rechazado.
Los improperios pueden acompañarse con música de diversos compositores que han creado obras para tal fin. El venezolano José Ángel Lamas, el español Juan Pujol, el portugués Diogo Dias Melgás y el inglés John Tavener son algunos de ellos.
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco el hecho de que precisamente ese tipo de improperios son en torno a los cuales giran obras artísticas tales como la pintura “Cristo atado a la columna”, que fue realizada por el artista barroco italiano Pasquale Ottino (1578 – 1630).
Asimismo, los improperios citados son los que también protagonizan otras obras pictóricas o escultóricas que representan tanto la flagelación de Jesús como la colocación a este de la llamada corona de espinas.