La noción de inequidad hace referencia a la ausencia de equidad. El término equidad, a su vez, alude a la igualdad o a la justicia.
Cuando se genera inequidad, por lo tanto, hay una situación de desequilibrio o de falta de ecuanimidad. Por ejemplo: “Un país con tanta inequidad no puede tener paz social”, “La inequidad a la hora del reparto de fondos provocó la furia de varios gobernadores”, “Existe una gran inequidad en el ámbito laboral entre los hombres y las mujeres”.
Diferencias entre la inequidad y la desigualdad
Pese a que inequidad y desigualdad suelen usarse como sinónimos, y de hecho así lo acepta la Real Academia Española (RAE) en su diccionario, hay quienes establecen diferencias entre ambas ideas.
Algunos pensadores vinculan la inequidad y la equidad a la moral y la ética, dejando la desigualdad y la igualdad en el terreno de la estadística. De acuerdo a esta postura, la desigualdad no siempre equivale a la inequidad.
Algunos ejemplos
Supongamos que una madre les dice a sus dos hijos que, si se esfuerzan en el colegio, les dará 100 pesos a cada uno al final del mes. Uno de los niños estudia mucho y obtiene buenas calificaciones; el otro, prefiere descansar y divertirse y reprueba sus exámenes. La madre, de todos modos, les entrega el dinero a ambos. No podría decirse que hay desigualdad debido a que los dos niños recibieron lo mismo (100 pesos cada uno). Sin embargo, puede advertirse una inequidad: quien se esforzó obtuvo la misma recompensa que aquel que no lo hizo.
A nivel social, suele condenarse la inequidad en lo referente al acceso a los derechos (todas las personas deberían tener garantizados los mismos derechos esenciales), pero se acepta la desigualdad como una consecuencia de diversos factores: esfuerzo, formación, etc.
La inequidad según la RAE
Retomando las diferencias entre los conceptos de inequidad y desigualdad, nos remitimos al diccionario de la Real Academia Española (RAE) en busca de más datos que nos ayuden a entender el contraste que algunos académicos advierten al compararlos. Debemos entender, sin embargo, que dadas las características de nuestra lengua, muchas veces se vuelve necesario usar estas palabras en la definición de la otra para contar con un punto de apoyo aunque esto no refleje necesariamente que sean equivalente.
De acuerdo con la RAE, por lo tanto, la equidad es la «igualdad en la disposición frente a dos o más sujetos», la «justicia natural» y la «disposición que nos lleva a darle a cada uno lo que se merece». Con respecto a la definición de igualdad, nos habla de una «conformidad entre dos cosas a nivel material o con respecto a su calidad o cantidad», a la «proporción y correspondencia de muchos elementos que forman parte de un todo de manera uniforme» y al «principio según el cual todos los habitantes deben tener los mismos derechos y obligaciones».
Como se puede apreciar, ya en las raíces de inequidad y desigualdad tenemos esta diferencia entre «lo que cada uno se merece» y «lo que se considera justo para todos». Podríamos decir sin detenernos a pensar que la inequidad es más grave que la desigualdad, porque no parece razonable destinar recursos a personas que no se hayan esforzado lo suficiente o que no los merezcan por haber cometido actos deleznables. Sin embargo, desde otro punto de vista podríamos decir que la decisión de negarles a los haraganes y a los criminales los mismos derechos que reciben el resto de las personas sería tan arbitrario como otorgárselos.
Esto nos lleva a la presencia del término natural en las definiciones antes mencionadas. ¿Cómo calificar la justicia de este modo, si no conocemos los códigos de la naturaleza? Cualquier cosa que inventemos los seres humanos puede parecer igualmente caprichosa y arbitraria para la naturaleza, tanto el camino del bien como el del mal, porque siempre se trata de nuestro punto de vista.