
El infinitivo no expresa tiempo, modo o persona.
El infinitivo es una de las formas no personales del verbo que, a diferencia de otras, no expresa ni tiempo, ni modo, ni persona. Se caracteriza por presentarse de manera simple con las terminaciones -ar, -er, -ir en español (por ejemplo: cantar, comer, vivir) y suele emplearse para nombrar la acción verbal en abstracto, sin ubicarla en un contexto temporal específico.


Ejemplos de infinitivo
La riqueza del infinitivo se aprecia mejor a través de ejemplos. Esta forma verbal aparece en contextos muy diversos, y su comportamiento varía según el modo o el tiempo en el que se inserte dentro de una estructura mayor.
- Es mejor leer que discutir. Aquí el infinitivo funciona como núcleo de la oración.
- Quiero viajar mañana. El verbo principal en modo indicativo se complementa con un infinitivo.
- Es posible soñar despierto. El infinitivo adquiere un valor abstracto en una construcción modal.
- Prohibido estacionar. La forma adquiere un carácter normativo que recuerda al imperativo, aunque gramaticalmente no lo sea.
La interacción con los tiempos verbales es indirecta: el infinitivo no expresa presente, pasado ni futuro, pero se combina con verbos principales que sí lo hacen, como quiero (presente) viajar, quise (pasado) viajar o querré (futuro) viajar. De esta manera, el infinitivo se inserta en frases verbales más amplias, adaptándose al marco temporal y modal de la oración.
En cuanto a la voz, tanto activa como pasiva, el infinitivo puede participar en construcciones como ser amado o haber hecho, mostrando su flexibilidad para integrarse en distintos registros gramaticales.

El infinitivo puede cumplir diferentes funciones sintácticas dentro de la oración.
Función del infinitivo
El papel del infinitivo en la oración se revela en la sintaxis, donde actúa como una pieza versátil. Según su posición, puede cumplir varias funciones:
- sujeto (Bailar alegra el alma);
- predicado nominal: (Mi mayor deseo es viajar);
- complemento directo (Aprendí a cantar);
- complemento indirecto (Dieron de comer a los animales);
- Objeto de preposición (Insistió en volver);
- Núcleo de oración subordinada (Le pidió venir temprano).
En construcciones más complejas, como la oración compuesta, el infinitivo aparece subordinado a un verbo principal (Dijo que quería estudiar), mientras que en una oración simple puede constituir por sí mismo el núcleo expresivo (No fumar).
Esta diversidad lo acerca a otras categorías, como los modificadores o los complementos. En las oraciones coordinadas o subordinadas, el infinitivo se integra como una cláusula dependiente, mostrando cómo la lengua aprovecha su neutralidad temporal para construir mensajes de distinto nivel. Así, el infinitivo no solo es una forma verbal, sino un elemento estructural dentro del entramado de la oración principal y la oración secundaria.
Infinitivo y otras categorías gramaticales
El infinitivo no funciona de manera aislada, sino que interactúa con diversas categorías gramaticales que le permiten integrarse con mayor riqueza en la oración.
Infinitivo con preposición
Es habitual que vaya precedido de una preposición: al entrar, por estudiar, sin decir nada. En estos casos, la preposición establece el vínculo sintáctico con otros elementos de la oración.
Infinitivo sustantivado
Cuando aparece acompañado de artículo o determinante, el infinitivo se convierte en un sustantivo verbal: el comer, el saber, un vivir pleno. Esto le permite aceptar modificadores y cuantificadores.
Infinitivo y pronombres
Los pronombres pueden adjuntarse al infinitivo: quiero verlo, necesito decírtelo. Este fenómeno, propio del español y otras lenguas romances, refuerza su carácter verbal dentro de la oración.
Infinitivo y partículas de modalidad
El infinitivo también se combina con elementos de negación (no fumar), con interrogativos (qué hacer) y con expresiones relacionadas con los modos verbales (subjuntivo, indicativo, imperativo), ampliando así sus matices semánticos.
Infinitivo en el análisis lingüístico
Más allá de su uso cotidiano, el infinitivo constituye un objeto de estudio relevante en distintas ramas de la lingüística.
Perspectiva semántica y pragmática
En semántica, se analiza cómo cambia su valor según el contexto: cantar no significa lo mismo en quiero cantar que en el cantar de los pájaros. Desde la pragmática, se examinan sus usos sociales, por ejemplo, en carteles normativos (no fumar) o en fórmulas de cortesía (agradecer su atención).
Dimensión fonética y etimológica
La fonética y la fonología estudian las variaciones de pronunciación del infinitivo en distintos dialectos. La etimología, por su parte, rastrea las terminaciones verbales heredadas del latín y adaptadas en las lenguas romances.
Infinitivo en el discurso
En el plano del discurso, el infinitivo aparece en la narrativa, en el diálogo y en el monólogo, donde aporta impersonalidad o fuerza expresiva. El análisis del discurso lo interpreta como un recurso para expresar instrucciones, acciones colectivas o valores abstractos.
Infinitivo en la tradición gramatical
El papel del infinitivo no se limita al presente, sino que hunde sus raíces en la historia de la gramática.
Herencia del latín
En latín existían construcciones como el acusativo con infinitivo, donde la forma no personal funcionaba como núcleo de una proposición: dico te venire (digo que vienes). Este modelo influyó en la formación de subordinadas en español y otras lenguas romances.
Infinitivo como cláusula
En la gramática moderna, el infinitivo puede desempeñar funciones equivalentes a un sustantivo o a una cláusula completa. Así, me gusta cantar se equipara a quiero que vengas, mostrando su papel alternativo en la sintaxis.
Tipología oracional
El infinitivo también se vincula a distintas tipologías de oración: **imperativa, interrogativa, exclamativa, desiderativa o dubitativa**. Puede reforzar significados o aportar un matiz impersonal dentro de estas estructuras.

En el infinitivo notamos la raíz y el sufijo del verbo.
Infinitivo y morfología avanzada
El infinitivo no solo se estudia desde la sintaxis o la semántica, sino también desde la morfología, la rama que analiza la estructura interna de las palabras. En este nivel, el infinitivo se descompone en unidades mínimas llamadas morfemas.
Raíz y sufijo verbal
Toda forma de infinitivo contiene una raíz, que aporta el significado léxico, y un sufijo, que indica la pertenencia al paradigma verbal. Así, en cantar, la raíz es cant- y el sufijo –ar marca el grupo de conjugación al que pertenece. Lo mismo ocurre con comer (com- + –er) o vivir (viv- + –ir).
Prefijos e infijos
Algunos infinitivos admiten la adición de prefijos, que modifican el significado original de la raíz. Por ejemplo, rehacer combina el prefijo re- con el infinitivo hacer. En cambio, los infijos son menos comunes en español, aunque pueden encontrarse en verbos derivados históricamente, aportando matices al significado.
Relación con el léxico
El infinitivo también participa en la formación del léxico y en la ampliación del vocabulario de una lengua. De muchos infinitivos derivan sustantivos (amar → amor), adjetivos (vivir → vivaz), o expresiones idiomáticas que se incorporan al tesauro de la lengua.
Modos y voces especiales
Desde la perspectiva de la morfología comparada, se pueden establecer paralelismos con el modo optativo, el modo potencial o incluso la voz media en otras lenguas, donde las terminaciones del infinitivo cumplen funciones distintas a las del español. Estos contrastes enriquecen el estudio del infinitivo dentro de la lingüística histórica y la lingüística comparada.