El firmamento es inmutable: sus cambios son muy infrecuentes.
Del latín immutabilis, inmutable es un adjetivo que refiere a aquello que no puede ni se puede cambiar. Se trata, por lo tanto, de algo no mudable o inmodificable.
Por ejemplo: «El firmamento, inmutable, no ha cambiado en miles de años y seguirá allí hasta el fin de los tiempos», «Parece tener una alegría inmutable», «Vamos a hacer remodelaciones en la casa, pero mi marido ya me aclaró que su oficina es inmutable».
TemasLa posibilidad de cambio
Inmutable, por lo tanto, es una circunstancia que no puede alterarse. Esto nos demuestra, en realidad, que casi nada es inmutable. El firmamento puede sufrir la extinción de una estrella, por hacer referencia al ejemplo anterior.
El océano puede contaminarse, secarse o incrementar su caudal de agua, mientras que una montaña puede cambiar su fisonomía por la acción natural o del hombre. Por eso, en el lenguaje coloquial, la noción de inmutable se asocia a algo que no ha cambiado en mucho tiempo o que es muy difícil de cambiar.
En otro sentido, se considera que una persona es inmutable cuando no manifiesta alteraciones del ánimo: «La mujer permaneció inmutable al escuchar la noticia», «Juan es inmutable: su jefe lo persigue y lo hostiga, pero él nunca reacciona», «No soy inmutable: si veo que alguien está molestando a mi familia, iré a increparlo».
Al trascender la condición temporal, el cristianismo considera que Dios es inmutable.
Dios y lo inmutable
Lo único verdaderamente inmutable es aquello que trasciende la condición temporal. En el ámbito de la religión, la inmutabilidad es una característica atribuida a Dios ya que Él es siempre el mismo y no experimenta ninguna mutación. Así como Dios no cambia, sus designios tampoco lo hacen.
La naturaleza, el carácter y los atributos de Dios se mantienen intactos desde el comienzo de los tiempos; además, dado que el cristianismo lo considera perfecto y que un cambio sólo contempla que algo o alguien se vuelva mejor o peor, Dios no puede cambiar, no puede volverse más o menos benevolente. La inmutabilidad de Dios es necesaria para la religión, así como no lo es que su figura pueda o deba sufrir modificaciones.
Importancia de la inmutabilidad de Dios
Existen varias razones por las cuales los cristianos consideran de gran importancia la inmutabilidad de Dios:
* les da seguridad en la identidad de Dios: Él es su eterno Padre y su santo, del mismo modo que lo ha sido desde el comienzo del mundo para Su pueblo, tal y como lo expresa el Salmo 90:2 («Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios»);
* les garantiza el amor de Dios: Dios es inmutable y eso también se extiende a la constancia de su amor por sus creaciones. Algunos pasajes de la Biblia aseguran que «Él es bueno», que «Su misericordia es eterna», que «nada nos puede separar de Su amor… ni la vida, ni los ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada»;
* les promete un sostén en los tiempos difíciles: la religión cristiana considera que Dios nunca deja solos a sus fieles, sino que los conduce a través de los obstáculos de la vida, del mismo modo que, dada que es inmutable, lo ha hecho y lo hará siempre. El Salmo 4:8 expresa la confianza que Dios despierta en los creyentes, la cual les permite acostarse y dormir tranquilos, sabiendo que Él los protegerá, sustentándose en su consuelo;
* les asegura que Dios tiene un plan para sus vidas: dado que Dios cuida de cada uno en forma individual y que desea lo mejor para cada uno, los cristianos pueden estar seguros de que Él los guiará en el camino de Su voluntad, aunque para ello es necesario pedirle que entre en sus vidas y que perdone sus pecados.
