Definición de

Inteligencia social

Comunicación

La inteligencia social incluye habilidades de comunicación no verbal.

La inteligencia social es la capacidad de un individuo para establecer interacciones satisfactorias con otros sujetos. Se trata de una serie de habilidades que contribuyen a la creación de vínculos y comunicaciones basados en la asertividad y la empatía.

Antes de avanzar, es interesante analizar los dos términos que componen el concepto. La noción de inteligencia refiere a la capacidad de comprensión, entendimiento o resolución. Social, por su parte, es un adjetivo que refiere a lo vinculado a la sociedad (un conjunto de individuos que comparten un cultura y regulan su convivencia a partir de normas y reglas en común).

Si tienes poco tiempo, revisa el índice o el resumen con los puntos clave.

Características de la inteligencia social

La inteligencia social se compone de las aptitudes que facilitan o favorecen la conexión con otras personas. Estas cualidades son muy importantes para la resolución de problemas, el manejo de conflictos, la coordinación del trabajo en equipo y el cumplimiento de objetivos.

De todos modos, para comprender con precisión qué es la inteligencia oficial resulta indispensable primero centrarse en la teoría de las inteligencias múltiples del psicólogo estadounidense Howard Gardner.

En «Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences», un libro que publicó en 1983, Gardner destacó la necesidad de dejar de pensar en la inteligencia como un bloque único formado por distintas capacidades específicas para pasar a considerarla como una red de capacidades autónomas e interrelacionadas.

Así, estableció cada ser humano tiene inteligencias múltiples que dependen de factores biológicos, personales y culturales. En su obra, Gardner reconoció ocho tipos de inteligencia.

La inteligencia social, también llamada inteligencia interpersonal, es una de ellas. Quienes consiguen desarrollar el potencial de esta clase de inteligencia pueden comunicarse con éxito, logran entender qué sienten los demás y cuentan con dotes de liderazgo.

Equilibrio

La gestión de las emociones forma parte de la inteligencia social.

Su importancia

La inteligencia interpersonal tiene una gran importancia en múltiples ámbitos de la vida. La comunicación efectiva, la persuasión y la posibilidad de establecer un feedback constructivo dependen de estas habilidades sociales.

Para forjar relaciones interpersonales fructíferas, es imprescindible contar con una buena percepción social. Se necesita ejercer una escucha activa y mantener siempre el respeto por los demás, así como disponer de valores o cualidades como la compasión,  la sensibilidad y la tolerancia. Las habilidades de presentación y el manejo de la ansiedad social son otras capacidades necesarias en las relaciones públicas y la conectividad humana.

Todas estas cuestiones hacen a la inteligencia social. Si bien apunta a lo colectivo, también es importante para el empoderamiento y el desarrollo personal y para la toma de decisiones que hacen a lo individual.

De manera simplificada podemos decir que la inteligencia interpersonal es aquello que hace posible la comprensión del prójimo, considerando sus intereses, motivaciones y estados anímicos. A partir de ese entendimiento se pueden instituir y conservar vínculos sociales positivos, que enriquezcan a ambas partes. Asimismo contribuye a un desempeño exitoso en grupos, ya sea ejerciendo el liderazgo o como un integrante más.

Cooperación

La inteligencia social es indispensable para la construcción de la comunidad.

Ejemplos de inteligencia social

Podemos apreciare el funcionamiento la inteligencia social si consideramos cómo actúa una persona en diferentes contextos. En este punto hay que agregar que una de las claves de este tipo de inteligencia es la adaptabilidad: la posibilidad de desenvolverse con eficacia y eficiencia en distintos ámbitos.

Tomemos el caso de un joven de 24 años que trabaja en el área de Ventas de una empresa. En su lugar de trabajo hace uso de sus habilidades de persuasión para concretar operaciones y apela a la diplomacia para comunicarse con sus superiores, evitando expresarse con enojo o de manera impulsiva. En cambio, entre sus amigos no se enfoca en el control de impulsos, sino que hace gala de la autenticidad. Con su novia, en tanto, evidencia su sensibilidad emocional para acompañarla, mientras que en su barrio desarrolla el compromiso cívico y refleja su conciencia social a través de acciones solidarias que mejoran la calidad de vida de sus vecinos.

Como puede advertirse, el muchacho en cuestión tiene una gran inteligencia social que le permite amoldarse a múltiples entornos. En cada campo de acción interpreta cuál es la mejor manera de conducirse para alcanzar sus metas e incluso para aportar a la satisfacción de las necesidades de los demás.

Pensemos ahora en alguien que carece de habilidades de oratoria, teniendo dificultades para expresar sus ideas. Su capacidad de análisis social es limitada, con lo cual no logra advertir las pretensiones y los requerimientos de quienes lo rodean. Por otro lado, su gestión del estrés es deficiente. En este ejemplo, el individuo tiene una inteligencia interpersonal pobre que hace que no se pueda consolidar en ningún empleo y que sus relaciones sentimentales terminen de forma abrupta y conflictiva.

Cómo desarrollarla

Teniendo en cuenta todo lo repasado a lo largo de este artículo, y considerando los ejemplos mencionados, queda claro que es trascendental desarrollar la inteligencia social. Cada sujeto puede tener en cuenta una serie de recomendaciones para fortalecer estas habilidades.

Es elemental escuchar y observar siempre con atención. Esto permite procesar y aprovechar la información que se recibe, examinando además factores vinculados a la actitud del interlocutor que pueden aportar datos valiosos. Si se adoptan estas prácticas como habituales, las facultades comunicativas irán progresando paulatinamente.

A la hora de la expresión, se necesita transmitir seguridad. Hay que cuidar el tono de voz y mantener el contacto visual, controlando los gestos para no generar una impresión equivocada o negativa.

No puede dejar de mencionarse que la inteligencia social se compone de habilidades blandas (soft skills). Por eso son competencias que no pueden adquirirse a través del estudio académico o de la memorización de un saber objetivo, más allá de que nociones de la psicología social, la sociología y la antropología ayudan a entender los fenómenos asociados a estas cuestiones.

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Cómo citar este artículo Julián Pérez PortoPublicado por Julián Pérez Porto, el 25 de julio de 2024. Inteligencia social - Qué es, características, importancia y ejemplos. Disponible en https://definicion.de/inteligencia-social/
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