La interoperabilidad es la capacidad que tienen los sistemas o las organizaciones para llevar a cabo un intercambio de datos. Esto supone que las entidades en cuestión comparten protocolos, metodologías y estándares que posibilitan que la información fluya y pueda ser aprovechada por las distintas partes intervinientes en el proceso.
Puede decirse que la interoperabilidad implica una coordinación. Por lo general el intercambio de información se concreta de forma automática o con una intervención humana acotada.
Importancia de la interoperabilidad
La interoperabilidad, al favorecer el envío, la recepción y el procesamiento de datos entre aplicaciones o departamentos, contribuye al desarrollo de operaciones e investigaciones. Cuando dos o más sistemas pueden entablar una comunicación y proceder a una sincronización de datos en tiempo real, aumenta la eficiencia y resulta posible brindar más y mejores servicios.
Se entiende por interoperabilidad a la compatibilidad en la comunicación. En los sistemas interoperables existe un entendimiento común de la información, con lo cual se facilita su difusión y aprovechamiento. Del mismo modo, que la comunicación se dé mediante una misma plataforma favorece el control de los datos, protegiendo su privacidad.
Los beneficios de esta interconectividad incluyen mejoras en la productividad y la reducción de costos. También simplifica la escalabilidad: las compañías disponen de herramientas para lograr una expansión de sus operaciones ya que encuentran menos barreras operativas y estructurales.
Su funcionamiento
Para comprender el funcionamiento de la interoperabilidad, primero hay que tener en claro que cada sistema dispone de sus especificaciones. Es decir, tiene características propias en cuanto al hardware (estructura física), el software (programas informáticos) y su modo de operar.
La existencia de la interoperabilidad, en este marco, demanda un acuerdo entre los sistemas: deben establecer reglas o pautas en común para el intercambio de datos sea posible, más allá de sus diferencias. Esa estandarización permite la conectividad y la integración de sistemas, que puede concretarse en distintos niveles.
Del primer nivel elemental de interoperabilidad se puede avanzar hacia una mayor integración. En este progreso resulta clave la construcción de una base de conocimientos compartidos a la cual puedan acudir la totalidad de los sistemas que se interconectan.
Ejemplos de interoperabilidad
La interoperabilidad es clave en múltiples sectores. Como ya indicamos, su uso permite mejorar la eficiencia y la productividad, ayuda a avanzar en investigaciones e incrementa la oferta de servicios.
En el ámbito del Estado, la interoperabilidad contribuye a una gestión eficiente. Se habla de interoperabilidad en e-Government (gobierno electrónico) cuando puede concretarse la transferencia de archivos y datos entre distintos ministerios y áreas gubernamentales, con lo cual se facilitan los trámites que deben realizar los ciudadanos y se optimiza la prestación de los servicios públicos.
La interoperabilidad de datos, en tanto, es muy importante en el campo de la salud. Cuando los sistemas de información hospitalarios se encuentran interconectados, la atención sanitaria mejora ya que los médicos cuentan con facilidades para acceder a la historica clínica del paciente, compartir la información con otros profesionales, informar los resultados de estudios, etc. La interoperabilidad en telemedicina es otro punto a favor para el usuario.
Las entidades y las fuerzas dedicadas a la atención frente a emergencias, asimismo, deben contar con sistemas con capacidad de interoperabilidad. Ante una alerta, los servicios de salud, los bomberos y la policía, por ejemplo, deben acceder a la información al instante para brindar asistencia. Así se puede coordinar la respuesta.
Es interesante mencionar también el caso de los sistemas de pago electrónico, cada vez más populares. La interoperabilidad hace posible que un individuo pueda pagar con su teléfono independientemente de la cuenta bancaria o la billetera virtual que utilicen tanto él como el receptor. Esto supone que se puede escanear el código QR de cualquier compañía y que los sistemas están en condiciones de intercambiar los datos de manera segura y en tiempo real para que no haya demoras en el débito y la acreditación del dinero.
Los niveles
Tal como hemos mencionado, es posible reconocer distintos niveles de interoperabilidad:
- Nivel básico: Permite compartir información mediante una red, pero no posibilita su interpretación. Habitualmente tiene que actuar una persona para ingresar los datos manualmente y así posibilitar la comprensión.
- Nivel sintáctico: También llamado estructural, aporta la estructura de datos que los distintos sistemas están en condiciones de interpretar. Así, los sistemas obtienen datos de fuentes externas y los interpretan, permitiendo su procesamiento.
- Nivel semántico: Los diversos sistemas trabajan en conjunto con una interpretación básica pero inequívoca.
- Nivel organizativo: Es la interoperabilidad más avanzada, ya que los sistemas pueden intercambiar datos que se interpretan trascendiendo el marco técnico.
Obstáculos para la interoperabilidad
La interoperabilidad suele enfrentarse a diversos obstáculos. La falta de estándares abiertos es uno de los más comunes ya que dificulta el intercambio libre de datos: sin estándares de este tipo, se obliga a recurrir a soluciones de desarrolladores o proveedores específicos, incrementando los costos y generando cautividad.
Cuando no existen estándares en común y los protocolos de comunicación difieren, no se logra la interoperabilidad. De igual forma, se necesitan sistemas de archivos compatibles para que la información pueda intercambiarse.
La privacidad de los datos constituye otra barrera para la interoperabilidad. Se necesitan medidas especiales para proteger los datos de usuarios, una cuestión que puede constituirse como una dificultad para ciertas organizaciones.