Lenguaje es un término cuyo origen etimológico se encuentra en el vocablo occitano lenguatge. La noción hace referencia a la capacidad humana que permite la expresión y la comunicación mediante el uso de sistemas de signos.
Escrito, en tanto, es un adjetivo que alude a lo manifestado a través de la escritura. Como sustantivo, menciona al documento manuscrito, impreso o mecanografiado.
Antes de avanzar con la definición de lenguaje escrito, es importante señalar que la acción de escribir supone representar pensamientos y palabras utilizando letras y otros signos que se plasman en una superficie. El resultado de este proceso implica la creación de un escrito.
Qué es el lenguaje escrito
Cuando una lengua se representa mediante un sistema de escritura, se desarrolla el lenguaje escrito. Se trata de un complemento del lenguaje hablado.
Es importante tener en cuenta que la lengua es el sistema de comunicación de tipo verbal que resulta propio de un conjunto de seres humanos. Por lo general, este sistema dispone de escritura.
Por lo tanto, la lengua (el sistema comunicativo) recurre al lenguaje (la capacidad del ser humano) para plasmarse y posibilitar el acto comunicativo. Cuando dicha capacidad apela a la palabra escrita, se despliega el lenguaje escrito.
Se considera que el lenguaje natural se desarrolla cuando, de forma espontánea, las personas crean signos y reglas para comunicarse entre sí. Estos lenguajes naturales siempre son hablados, pero no necesariamente son escritos. Sin embargo, en ocasiones se mantiene la escritura cuando ya no se emplean espontáneamente para el diálogo.
Diferentes evoluciones
Así como el lenguaje hablado de una lengua suele surgir antes que el lenguaje escrito, la evolución de ambos es diferente. El lenguaje escrito progresa con mayor lentitud y así incluso pueden generarse importantes diferencias entre ambos.
Lo común es que los dos lenguajes sigan considerándose como parte de una misma lengua, más allá de las distintas formas. Hay casos, de todos modos, donde se acepta que el lenguaje escrito termina constituyendo un nuevo idioma.
La importancia del lenguaje escrito
Suele indicarse que la escritura y la lectura son las dos caras de una misma moneda. Se escribe para que se lea y, a su vez, para leer tiene que haber algo escrito.
En este sentido, hay que indicar que la escritura y la lectura aportan múltiples beneficios al individuo. Gracias al lenguaje escrito, por ejemplo, es posible conectarse con personas más allá de la geografía y del tiempo: hoy podemos leer un texto escrito en el siglo XVI y conocer el pensamiento o las emociones de alguien fallecido hace más de 500 años, por mencionar una posibilidad.
De esta manera, el lenguaje escrito puede comunicar al sujeto de hoy con integrantes de comunidades ya desaparecidas. Hasta tiene el poder de forjar un lazo con personajes que nunca existieron, como sucede con la literatura.
El lenguaje escrito, en definitiva, tiene efectos sociales y culturales de diversa índole. Una persona analfabeta, que no sabe escribir ni leer, no puede manejar este lenguaje y, consecuentemente, no tiene la posibilidad de participar de múltiples procesos de su colectividad.