El primer paso que vamos a dar es conocer el significado del término ligar. En este caso, podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del latín, concretamente deriva de “ligare”. Este es un verbo que puede traducirse como “atar” o “mezclar”.
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) reconoce casi una veintena de acepciones del término ligar. El primer significado de este verbo alude a atar.
Por ejemplo: “Para que el relleno no se salga, debemos ligar los extremos de la carne con un hilo”, “En unos pocos segundos, el médico se encargó de ligar el cordón umbilical”, “Me voy a ligar las trompas ya que no quiero tener más hijos”.
Ligar también puede consistir en combinar diferentes elementos para crear una mezcla homogénea: “Para ligar la carne picada solo debemos amasar durante unos minutos”, “Este budín lleva dos huevos batidos, que permiten ligar los ingredientes y obtener una masa esponjosa”, “El chef usó fécula de maíz para ligar la salsa”.
En algunas regiones, ligar hace mención a seducir; es decir, tratar de despertar interés romántico o sexual en otra persona: “Voy a ir bien vestido a la fiesta para ver si puedo ligar”, “Los jóvenes de hoy intentan ligar a través de Internet”, “No vas a ligar con esa actitud, tienes que ser más simpático”.
Desde que apareció Internet y comenzó a popularizarse tenemos que exponer que ha cambiado incluso la forma de ligar. Sí, porque ahora existen distintas aplicaciones que lo que permiten es ligar por la Red. Esas han permitido que personas de distintos rincones del mundo se conozcan y formalicen una pareja e incluso que hagan lo propio quienes apenas salían o no tenían tiempo para conocer gente fuera de lo que es el trabajo.
No obstante, también esa manera de ligar ha traído consigo problemas. Y es que hay quienes se refugian en las características de la mencionada Red para engañar a otras personas haciéndose pasar por alguien que no son. Y eso ha traído consigo que les hayan herido, sentimentalmente hablando.
Asimismo, cara a cara hay formas de ligar realmente originales como la que se da en llamar “speed dating”. En un local con mesas acuden personas que desean encontrar pareja y lo que ocurre es que se les da la oportunidad de conocer a alguien en un tiempo de cinco minutos. Durante ese hablan sobre quiénes son o sus aficiones y pasado el tiempo hacen lo propio con otra persona. Al final todos los participantes deberán decidir con quién desean tener una segunda cita.
Ligar además puede vincularse a ganar o merecer algo o a ser favorecido por la suerte: “¡Qué suerte que tiene Claudio esta noche! No deja de ligar las mejores cartas”, “Ese presumido se va a ligar un puñetazo en cualquier momento si sigue molestando a la gente”, “Para ser campeones no alcanza con jugar bien: es necesario ligar un poco”.
La noción, por último, se utiliza respecto a aliar, fusionar, encadenar o amalgamar: “Si hoy no gana, el equipo local va a ligar cinco partidos consecutivos sin conseguir la victoria”, “El sindicato pretende ligar la subida del salario al índice de inflación”.