Con origen etimológico en el vocablo latín lupus, lobo es un término que alude a un animal mamífero que se asemeja al perro, aunque de mayor tamaño. El nombre científico de la especie es Canis lupus.
Los lobos son cuadrúpedos cuyo cuerpo se encuentra cubierto de un pelaje grisáceo, con cola alargada y orejas paradas. Se trata de animales salvajes que suelen atacar al ganado, por lo cual muchas veces son cazados por el hombre.
Carnívoros, los lobos se alimentan de ciervos, cabras, ovejas y renos, entre otras especies. Muchas veces también cazan ejemplares más pequeños, como aves y roedores.
En estado salvaje, el lobo no tiende a atacar al ser humano. Por el contrario, prefiere eludirlo y rehúye al contacto. Sin embargo, ante la falta de comida, una percepción de peligro o la cercanía de sus cachorros, puede adoptar una actitud ofensiva ante un individuo de cualquier especie.
Entre los muchos aspectos a destacar del lobo se encuentra su belleza física, que resulta de una espectacular fusión de su pelo, su mirada, su porte y su actitud frente a la vida. Es una especie majestuosa, temida por sus potenciales presas pero también respetada, dada su presencia casi divina en el bosque.
El lobo no da un paso en falso; a diferencia del perro, parece planear cada movimiento antes de realizarlo, como si quisiera evitar cualquier derroche de energía en las actividades triviales. Goza de una gran agilidad, que le permite dar saltos impresionantes sin tomar carrera, alcanzando mucha distancia a lo alto y largo.
A pesar de su ferocidad, el lobo también sabe divertirse y puede ser extremadamente cariñoso si recibe el trato que espera. Es importante recordar que no es un enemigo, sino un ser vivo como cualquier otro, aunque especialmente bello y poderoso. Su objetivo no es molestar a nadie: caza para comer, no para vender ni para colgar los cadáveres en las paredes. Cuando no está buscando alimento, puede pasar ratos agradables con su manada, jugando con los más jóvenes o durmiendo largas siestas.
La comunicación del lobo es muy compleja, ya que incluye una combinación de vocalizaciones y gestos con varias partes del cuerpo para expresar un gran rango de mensajes y emociones. Una mirada suya puede bastar para transmitirle sus intenciones a uno de sus compañeros, tanto como negársela. De modo similar, las diferentes posiciones que pueden adoptar sus orejas también tienen significados particulares, como ser «sumisión» o «alerta».
El lobo usa todo su cuerpo para comunicarse: su forma de pararse, caminar, sentarse o recostarse deben ser interpretadas de diferentes formas, según el contexto. Con respecto al uso de su voz, su vocalización más característica es el aullido, con el cual produce sonidos sin igual, que pueden resultar tan cautivadores como aterradores para quien los perciba. Además, el lobo también puede ladrar, de manera que su comunicación adquiere diferentes colores a lo largo del día.
El lobo marino (Otaria flavescens), por otra parte, es una criatura acuática. De color marrón oscuro, se alimenta de peces y vive en colonias en las costas sudamericanas.
Los lobos marinos son presas de las orcas. El hombre, en tanto, solía cazarlos por su piel, carne y aceite. En la actualidad hay acuarios que tienen lobos marinos domesticados, los cuales son forzados a aprender piruetas y participar de diferentes espectáculos.
Un hombre lobo, por último, es un ser mitológico que también se conoce como licántropo. De acuerdo a la tradición, el hombre lobo tiene apariencia y comportamientos humanos hasta que, en determinadas circunstancias, se transforma en lobo y se vuelve feroz. Numerosos libros y películas tienen a estos seres como personajes centrales.