Se denomina macroestructura a una estructura de gran tamaño que abarca o contiene a otras estructuras de menor magnitud. El término tiene varios usos de acuerdo al contexto.
Por ejemplo: “En la macroestructura del Estado podemos encontrar numerosas oficinas y áreas que carecen de relevancia para la sociedad y, sin embargo, tienen un presupuesto abultado”, “El gobierno ideó una nueva macroestructura para hacer frente a los efectos de la pandemia”, “La organización internacional que regula esta actividad es una macroestructura que engloba a múltiples asociaciones de más de un centenar de países”.
Macroestructura textual
La noción de macroestructura textual, por otra parte, refiere al contenido semántico que constituye el sentido de un texto. Se trata del tema global, formado por el núcleo fundamental de información que convierte al discurso en una unidad comunicativa.
El lingüista holandés Teun Adrianus van Dijk, conocido como T. A. van Dijk, es señalado como el responsable de acuñar este uso del término. Para este especialista, un texto presenta una macroestructura (que es la estructura semántica del texto como conjunto) y una superestructura (el modo de organización de la información). La macroestructura de una novela, por ejemplo, puede ser un vínculo romántico, mientras que la superestructura está formada por la introducción, el nudo y el desenlace de la historia.
Esta macroestructura textual, en definitiva, está dada por la estructuración jerárquica y coherente de las ideas que permiten comunicar o contar algo de forma precisa. Puede asociarse la macroestructura a la armonía indispensable que debe existir entre los múltiples elementos que hacen al texto.
Algunas consideraciones
Al estudiar la macroestructura textual podemos advertir una cierta ambigüedad en su definición, ya que se puede tratar del plano global de una obra escrita, del modo en el que debe conducir al entendimiento de todas sus partes, pero también a los hechos que tienen lugar en sus subpartes.
Como se menciona más arriba, la macroestructura se subordina a una mayor, la superestructura, la cual nos brinda la posibilidad de ordenar su contenido de manera esquemática. Además, nos permite mejorar la forma en la que expresamos el texto gracias a una mirada con una cierta distancia para analizar la relación lógica y el grado de cohesión que existe entre las varias macroestructuras.
Macroestructura y superestructura
Uno de los puntos que tienen en común la macroestructura y la superestructura es que responden a las ideas generales de los pequeños hechos de los enunciados, en lugar de supeditarse a ellos directamente. Esto significa que el todo es más complejo que la mera suma de cada parte. De acuerdo con la teoría de Teun van Dijk la razón de esto es que la mayoría de las personas prestan más atención a las consecuencias de los sucesos que a sus datos. Un claro ejemplo se da en el ámbito del deporte: la mayoría de las personas se enfocan en los resultados de los partidos más que en el desempeño de los jugadores.
Dependiendo del punto de vista, es posible decir que la macroestructura es relativamente microestructural, por contradictorio que parezca. Por ejemplo, esto ocurre cuando un párrafo que forma parte de una argumentación está relacionado con una estructura mayor pero, a su vez, supeditada a una superestructura. Es decir, si lo extremos, puede convertirse en una macroestructura, aunque en su contexto sea una microestructura.
Otro de los rasgos de la macroestructura es que ayuda a priorizar las ideas de acuerdo con su importancia, dependiendo del mensaje que pretendan expresar. En otras palabras, es necesaria para la clara percepción de las ideas globales ya que nos permite organizar eficazmente el contenido de manera que los temas se presenten de forma coherente y ordenada.