La noción de magma procede de un vocablo de la lengua griega que puede traducirse como “pasta”. El término permite hacer referencia a la masa rocosa fundida que se halla en el interior del planeta Tierra.
El magma es una mezcla de materiales sólidos, volátiles y líquidos. Al enfriarse se cristaliza y se consolida, dando lugar a las rocas ígneas. Cuando la cristalización se produce en el interior de la Tierra, se trata de rocas intrusivas o plutónicas; en cambio, si el magma asciende a la superficie, se vuelve lava y recién entonces se enfría, genera rocas efusivas o volcánicas.
Otro nombre por el cual se conocen las rocas ígneas y las volcánicas es rocas magmáticas. Es importante resaltar que ambos tipos se forman a partir del magma y que la diferencia principal entre ellos es el medio en el cual se forman. Las volcánicas, por otra parte, suelen formarse luego de una erupción y el proceso es mucho más rápido que el de las que surgen bajo la superficie.
De las más de setecientas clases de rocas ígneas que se han documentado, la mayoría se formaron bajo la superficie de la Tierra. Entre las más comunes podemos mencionar la diorita, la andesita, la riolita, el granito, el basalto, el gabro y el pórfido.
El magmatismo es el proceso de formación de magma. Por lo general se lleva a cabo en los bordes de las placas tectónicas, debajo de las dorsales oceánicas, aunque también puede concretarse en zonas ubicadas en el interior de las placas y en las áreas de subducción.
Cuando se combinan altas temperaturas con elevados niveles de presión, las rocas se fusionan y se convierten en magma. Esa sustancia solo puede encontrarse de forma subterránea ya que, al llegar al exterior, recibe el nombre de lava.
El magma suele concentrarse en cámaras subterráneas (las llamadas cámaras de magma). Allí se mantiene la masa fundida que incluye una parte líquida, fragmentos de cristales y rocas y diferentes gases disueltos. Las cámaras de magma permiten alimentar los volcanes.
Muchas veces las erupciones volcánicas se producen cuando la presión del vapor de los gases se vuelve mayor a la presión ejercida por las rocas sólidas que mantienen confinado al magma. Esto genera la aparición de múltiples burbujas que intentan “escapar” hasta que se concreta la erupción y el magma es expulsado como lava.
A grandes rasgos, podemos describir tres tipos de magmas, que son los graníticos, los andesíticos y los basálticos. Los magmas graníticos tienen el menor punto de fusión de las tres y pueden generar plutones de gran tamaño (los plutones son masas de rocas plutónicas que se encajan en la corteza de la Tierra). Su origen tiene lugar en zonas orogénicas tales como los andesíticos, aunque parte de alguno de los otros dos magmas cuando éstos penetran y funden rocas sedimentarias o ígneas metarmorfizadas cuya composición se ve alterada cuando se incorpora el magma.
Los magmas andesíticos, por otro lado, tienen un porcentaje de sílice menor al sesenta y una serie de minerales hidratados, entre los que se encuentran varios pertenecientes a los grupos biotita y anfíboles. Estos tipos de magma se producen en cualquier zona de subducción, tanto en las de corteza oceánica como continental.
Con respecto a los magmas basálticos, los más comunes de los tres, sabemos que pueden ser de dos tipos: alcalinos, con un alto nivel de potasio y sodio, generados en zonas internas de las placas tectónicas; toleíticos, con un contenido de sílice menor al cincuenta por ciento y surgidos en las dorsales mediooceánicas (las elevaciones submarinas que se encuentran en la zona media de los océanos).