El diccionario de la Real Academia Española (RAE) señala que milagro proviene de miraglo. Este término, que ya no se emplea, procede del vocablo latino miracŭlum.
Un milagro o miraglo es un acontecimiento fuera de lo común o que no puede explicarse de acuerdo a las leyes de la naturaleza. Lo habitual es que se le atribuya un motivo divino o sobrenatural, aunque en un sentido amplio puede referirse a un hecho asombroso o raro.
Se califica como mexicano, en tanto, a aquel o aquello nativo de México. Este país norteamericano, nombrado oficialmente como Estados Unidos Mexicanos, está entre los más grandes de Latinoamérica y cuenta con una población de más de 126 millones de habitantes.
El milagro mexicano fue un periodo histórico de México caracterizado por el crecimiento económico.
TemasQué es el milagro mexicano
Se llama milagro mexicano a un periodo histórico de México que se desarrolló en el siglo XX y que se caracterizó por el notable crecimiento económico. Este proceso provocó sorpresa a nivel mundial.
Los inicios del milagro mexicano suelen ser motivo de debate. Mientras que algunos historiadores lo ubican en 1940, otros lo sitúan a mediados o fines de la década de 1950. En cuanto a su final, se lo suele mencionar en 1970.
Conocido también como desarrollo estabilizador, el milagro mexicano es atribuido en gran parte a las políticas aplicadas por Antonio Ortiz Mena, quien se desempeñó como secretario de Hacienda y Crédito Público entre 1958 y 1970.
Al milagro mexicano también se lo conoce como desarrollo estabilizador.
Sus características
La primera parte del milagro mexicano se caracterizó por la sustitución de importaciones. Con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos incrementó sus exportaciones a México, generando un saldo negativo en el Banco de México y propiciando un incremento de la inflación.
Frente a esta realidad, el presidente Miguel Alemán (quien gobernó del ’46 al ’52) buscó impulsar la sustitución de importaciones, estableciendo límites y favoreciendo la producción nacional. En este contexto, se devaluó el peso, se aplicaron medidas proteccionistas y la banca pública otorgó numerosos créditos al sector privado.
Es importante indicar que, antes de la presidencia de Alemán, Manuel Ávila Camacho desarrolló un mandato (1940–1946) en el cual el PBI mexicano creció a buen ritmo en un marco político estable. Luego, Alemán consiguió acelerar el avance de la economía con un fortalecimiento del mercado interior.
En el segundo tramo del milagro mexicano, pues, se mantuvo el incremento del PBI y la estabilidad cambiaria. La creciente producción se destinó a la satisfacción de necesidades internas, propiciando el progreso en múltiples ámbitos.
Críticas al milagro mexicano
El crecimiento sin inflación del milagro mexicano es reconocido por los analistas. Sin embargo, hay quienes advierten que el proceso no generó los mismos beneficios para todos los sectores y sostienen que, incluso, no revirtió las principales problemáticas sociales.
Así, la industria se desarrolló de una manera notable, pero la agricultura no logró hacerlo del mismo modo. Por eso se suele sostener que el milagro mexicano se reflejó sobre todo en las áreas urbanas.
La desigualdad social, asociada entre otros factores a las diferencias en materias de ingresos, no se revirtió. Tampoco mejoraron de manera notoria los números vinculados a la pobreza.
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