La noción de montaje se emplea con referencia al acto y el resultado de montar. Este verbo (montar) tiene varios significados: en este caso nos interesa su acepción como la acción de armar y/o ajustar las piezas o los elementos de algo.
Tomemos el caso de una máquina. El montaje de la misma consistirá en instalar sus diversos componentes de la manera adecuada, siguiendo las instrucciones del fabricante. Algo similar puede decirse respecto a un mueble para armar: el montaje implica colocar cada pieza en su lugar.
Precisamente, los muebles son uno de los productos que más se comercializan con la opción de montaje en casa. Por un lado, ofrecen una forma más cómoda de comprar grandes productos, ya que su volumen antes del ensamblado es considerablemente menor. Esto es ideal para quienes no cuentan con un vehículo o incluso para las casas con puertas y ventanas demasiado estrechas como para el ingreso de muebles de gran tamaño.
El montaje de un mueble no siempre es fácil, pero para ello se incluye en la caja un manual con todos los pasos explicados de manera gráfica. Si esto no fuera suficiente, dependiendo de la popularidad del producto que hayamos adquirido es muy probable que encontremos ayuda gratuita en Internet, tanto en un foro como en vídeos donde podamos ver a otras personas realizando el montaje correctamente.
En el ámbito de las fábricas y las industrias, se llama cadena de montaje o línea de montaje al proceso de producción que se lleva a cabo en etapas continuadas y sucesivas. Sus principios teóricos se hallan en el taylorismo.
En el terreno del cine y de la televisión, en tanto, el montaje supone elegir y ajustar las diversas tomas de una filmación. Se trata de ordenar y unir los fragmentos registrados con el objetivo de dar forma a la versión final del producto audiovisual. En algunos casos, los cineastas tienen la oportunidad de volver a lanzar sus películas incluyendo ciertas escenas que quedaron fuera en la versión original debido a las restricciones del presupuesto.
El montaje se desarrolla respetando un guion, aunque sin dejar de lado la idea principal del director. Este ordenamiento le da una cierta dinámica específica a la obra.
En el rodaje de una película, es habitual que se realicen varias tomas de cada escena. Por eso el montaje exige optar por las mejores tomas y enlazarlas apropiadamente.
Un montaje fotográfico, por último, se concreta combinando dos o más fotografías. Así, el resultado del montaje trasciende a una sola, ya que se mezclan diferentes imágenes.
Uno de los objetivos más comunes del montaje fotográfico es la ubicación de un objeto o sujeto en un escenario diferente al que se observa en la imagen original. Este proceso puede presentar varios desafíos, en especial si la calidad del material no es muy buena.
Por ejemplo, si encontramos una fotografía que nos hicimos en una fiesta y deseamos cambiar el fondo por una playa del Caribe, probablemente nos cueste más trabajo que si nos hacemos una sobre un fondo de color liso, que contraste adecuadamente con los de nuestra vestimenta. Además de los colores, la iluminación juega un papel muy importante: a mayor claridad, más fácil será eliminar el escenario.
En el lenguaje popular también se habla de montaje para hacer referencia a ciertas situaciones poco creíbles que vemos en televisión, entre otros medios, y que suponemos han sido orquestadas para generar una reacción particular en el público. Por ejemplo, algunas peleas o discusiones fuertes suelen ser guionadas para despertar el debate y conseguir que más gente se interese por el programa en el que se presentan.
