Una moraleja es una enseñanza que se desprende de una fábula, un cuento u otro tipo de historia. Se trata de una lección que apunta, por lo general, a difundir valores morales.
En la etimología de la palabra encontramos el término «moral» (que hace alusión a las costumbres y a la fuerza de voluntad) y el sufijo «-eja» (que indica relación de pertenencia). Si ahondamos en el resultado del léxico podríamos concluir que su significado es enfatizar el carácter instrumental de los relatos para colaborar con el crecimiento moral de quienes lo escuchan o leen.
Los relatos con moraleja suelen incluir personajes simples y lineales, sin una gran complejidad. De esta manera el lector/oyente no tiene dificultades para entender cuál es el sentido de lo narrado ni para captar el mensaje que se pretende transmitir.Tradicionalmente, de hecho, estos textos solían concluir con la frase «La moraleja es:…»
La fábula de la cigarra y la hormiga, que se le atribuye al griego Esopo, es un buen ejemplo de una obra con moraleja. La narración presenta a una hormiga que, durante el verano, trabaja con mucho esfuerzo para acopiar alimentos, mientras que la cigarra disfruta la estación más cálida cantando y divirtiéndose. Cuando llega el invierno, la cigarra no tiene comida y decide pedirle ayuda a la hormiga. Ésta, ante el temor de no contar con suficientes recursos para las dos, opta por no brindarle asistencia.
La moraleja de la fábula de la cigarra y la hormiga es clara: el trabajo y la responsabilidad son recompensados, mientras que la holgazanería tiene consecuencias negativas. La hormiga trabajadora podrá subsistir durante el invierno y continuar con su vida, a diferencia de la cigarra haragana.
Otra fábula muy conocida con moraleja es protagonizada por una tortuga y una liebre. Los dos animales deciden disputar una carrera y, en un principio, la liebre consigue una gran ventaja. Convencida de su inminente triunfo, opta por descansar un rato y termina quedándose dormida. La tortuga, mientras tanto, avanza despacio pero sin detenerse nunca. Cuando la liebre se despierta, la tortuga ya está a punto de cruzar la meta y por eso el ejemplar más lento termina ganando la competencia. La moraleja: la constancia permite cumplir los objetivos y la arrogancia resulta perjudicial.
La historia de las moralejas
En toda moraleja se intenta romper con ciertas actitudes de rechazo hacia los que son diferentes o viven de una forma que no se ajusta a lo que el mundo considera «normal». Por esta razón, evitar los prejuicios y la repetición de estereotipos es uno de los objetivos fundamentales de estas historias con mensaje. A través de la empatía hacia una serie de personajes poco comunes, los lectores pueden identificarse con ellos y comprender su propia realidad para conseguir una visión más amplia sobre el mundo que les rodea.
A lo largo de la historia de la humanidad estos relatos han gozado de un gran prestigio. En los inicios de la civilización, cuando todavía no existía el lenguaje escrito, las enseñanzas se transmitían de forma oral valiéndose de comparaciones y metáforas que ayudaran a crear conciencia en torno al comportamiento de los habitantes que en cada sociedad se consideraba ideal. Con la creación del lenguaje escrito y, posteriormente, de la imprenta, estas historias fueron recopiladas por la literatura para constatar un medio de enseñanza y aprendizaje al que todos pudieran tener acceso.
Así, a través de las historias tradicionales la ficción representa características de la sociedad caricaturizadas o estetizadas. El resultado de estas composiciones es colaborar con una reflexión profunda sobre la vida y las relaciones sociales y aportar elementos sustanciales para el crecimiento moral de la sociedad.