El multiculturalismo defiende el respeto por la identidad cultural de cada grupo.
El multiculturalismo es la doctrina que defiende e impulsa la multiculturalidad. Este adjetivo (multiculturalidad) refiere a lo multicultural: aquello que se destaca por la presencia de distintas culturas.
Antes de avanzar, resulta imprescindible centrarse en la idea de cultura. Así se denomina al conjunto de las tradiciones, los conocimientos, las prácticas y los estilos de vida que son propios de un grupo social, un pueblo o una época.
El multiculturalismo, por lo tanto, promueve la convivencia de diferentes culturas en un mismo ámbito. Se lo asocia al pluralismo cultural, que implica el respeto por todas las identidades culturales y la aceptación de las expresiones minoritarias en la sociedad.
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ResumenQué es el multiculturalismo
Puede entenderse al multiculturalismo como un movimiento, una posición o una tendencia que reconoce el valor relativo que dispone cada cultura. Se basa en la aceptación del pluralismo y en la tolerancia, dejando de lado las agresiones a quienes tienen principios y visiones distintos de los propios o de los mayoritarios.
Muchas veces se reconoce el multiculturalismo por oposición al etnocentrismo (frecuentemente expresado como eurocentrismo), el racismo, la xenofobia, el machismo, la homofobia, la transfobia o incluso el nacionalismo, entre otras posturas que se sustentan en una valoración excesiva de lo propio o directamente en la discriminación a ciertos sectores o conjuntos. A diferencia de perspectivas que subestiman, degradan u odian al otro, el multiculturalismo aboga por la comprensión mutua y por el respeto para construir la paz social.
En este marco, hay que señalar que el multiculturalismo no pretende la cohesión social ni una asimilación cultural. Tampoco busca una segregación de los colectivos. Su premisa es la coexistencia pacífica y armoniosa de las culturas, donde cada una pueda conservar sus características distintivas.
Para el multiculturalismo, las tradiciones culturales de cada pueblo no pueden ser analizadas con una mirada universal.
El relativismo cultural
El multiculturalismo se inscribe en el llamado relativismo cultural. De acuerdo a esta corriente, no es posible interpretar las culturas con una mirada universal, sino que cada cultura tiene que ser comprendida en su propia realidad.
Para el relativismo cultural, pues, no existen culturas mejores que otras. Dicho de otro modo, no puede afirmarse que una cultura es buena y las demás son malas. En este marco, el multiculturalismo reconoce las diferencias culturales y no pretende disimularlas o atenuarlas ni privilegiar ciertos valores sobre el resto.
Conceptos relacionados al multiculturalismo
Es importante indicar que la noción de multiculturalismo puede tener diversos usos específicos según quién la utilice. En su acepción más habitual, es sinónimo de pluralismo cultural y se vincula a la existencia simultánea de distintas culturas en un mismo territorio.
Es posible relacionar el concepto con la idea de interculturalidad, que alude a la interacción que se establecen entre los grupos culturales. En este caso, se toma al diálogo intercultural como objetivo o meta, a diferencia de lo que sucede con quienes incentivan una asimilación o la integración.
Por lo tanto, si el multiculturalismo se asocia a la coexistencia de culturas, puede fomentarse la interculturalidad para que estas culturas interactúen, cada una con conservando su identidad y sin que entren en juego los prejuicios y los estereotipos culturales.
El pluralismo religioso y las cuestiones de género también se contemplan en el multiculturalismo.
La convivencia
La convivencia de diferentes culturas en una misma área puede darse de múltiples maneras. Con la globalización, el multiculturalismo es un fenómeno que se genera a partir de la inmigración. Así, personas de distintas nacionalidades u orígenes forman parte de una misma sociedad en una ciudad o en un país.
La sociedad de acogida debe estar dispuesta a aceptar las nuevas manifestaciones culturales que llegan de la mano de las políticas migratorias que abren las fronteras. La diversidad lingüística, por ejemplo, es una consecuencia inmediata de estos procesos.
De todos modos, el multiculturalismo también se produce con la existencia de diferentes etnias o pueblos aborígenes en una nación. Un gobierno puede aplicar políticas para proteger la diversidad cultural y evitar la asimilación.
Sin embargo, hay que considerar que la interacción entre las culturas puede tener varios efectos. Como ya indicamos, el interculturalismo estimula ese diálogo, aunque es posible que surja una competencia y que se produzcan conflictos.
Otra perspectiva opta por el aislamiento para salvaguardar los rasgos culturales, ya sean del grupo minoritario o aquellos que se adjudican a una entidad de gran tamaño. Esto acarrea el riesgo de la creación de guetos o de la implementación de medidas como el apartheid que violan los derechos humanos.
Debe tenerse en cuenta que, en relaciones asimétricas, surgen el colonialismo y el imperialismo cultural. La cultura dominante así logra imponerse sobre las demás, que quedan marginadas o que incluso pierden su identidad.
El multiculturalismo y la educación
El multiculturalismo debe estar contemplado en la educación para ayudar a la construcción de una ciudadanía con respeto a la diversidad. La escuela tiene que favorecer la reflexión para que los estudiantes desarrollen su empatía, valoren las diferencias y eviten la jerarquización de culturas.
De manera simultánea, tiene que instaurarse una educación multicultural que permita la formación de alumnos de distintas culturas. Solo una educación inclusiva propicia la igualdad de oportunidades para todas las personas.
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