La composición etimológica del adjetivo multilingüe se forma con el elemento compositivo multi- (que alude a “muchos”) y el vocablo latino linguis (derivado de lingua, es decir, “lengua”). El concepto refiere a quien habla diferentes idiomas.
Hablar muchos idiomas
Alguien multilingüe, por lo tanto, está en condiciones de comunicarse en distintas lenguas. Por lo general la noción alude a aquel que domina cuatro o más lenguas, ya que también existen términos como bilingüe (dos idiomas) o trilingüe (tres idiomas).
Un individuo multilingüe o plurilingüe tiene una amplia facilidad de expresión gracias a sus conocimientos. Si una persona habla español, italiano, portugués, francés e inglés, por mencionar una posibilidad, puede ser calificada como multilingüe.
Una ventaja laboral
El multilingüismo es un valor muy importante a nivel laboral. Quien es multilingüe muchas veces cuenta con ventaja para acceder a ciertos puestos de trabajo, habitualmente bien remunerados. Un profesional multilingüe puede trabajar en el área de las relaciones internacionales o del comercio exterior, por ejemplo.
Si bien en el pasado no era tan común la exigencia de hablar más de un idioma para acceder a un puesto de trabajo, en las últimas décadas esto ha cambiado al punto de convertirse en un requisito básico en casi cualquier ámbito. Es cierto que para los roles en los que no es necesario el trato con personas de diferentes países se suele exigir únicamente español e inglés, mientras que el resto de las lenguas aparecen en los casos más específicos.
El inglés representa una excepción, porque se considera el idioma universal: está presente en todos los aspectos de la vida, en especial en la informática e Internet. Sin conocimientos básicos de este idioma es difícil adaptarse a la vida moderna, incluso si no deseamos más que comunicarnos haciendo uso de un teléfono. En otras palabras, ser bilingüe al día de hoy es casi obligatorio.
Las empresas tienden a valorar más a los candidatos multilingües que a los bilingües, y a estos últimos más que a los que solamente hablen su lengua materna. Estemos o no de acuerdo con esta visión de las aptitudes laborales, es una regla que impera en el mercado y que sostiene económicamente el gran número de academias de idiomas que existen en el mundo.
Como adjetivo de contenido
Un documento multilingüe, por otra parte, está desarrollado en múltiples lenguas. Tomemos el caso de una declaración conjunta de los gobiernos de Alemania, Francia, Italia, España, Rusia y Portugal. Las autoridades dan a conocer un texto que está escrito en alemán, francés, italiano, español, ruso y portugués: o sea, es multilingüe.
De igual la forma, la educación multilingüe se imparte en muchos idiomas. A dichos centros de enseñanza se los califica, justamente, como multilingües.
Es importante señalar que el multilingüismo se asocia a la diversidad cultural. Frente a la amenaza de extinción que pesa sobre muchas lenguas, el multilingüismo supone un modo de defender distintas formas de ver y entender el mundo. Por esta razón, enviar a los niños a escuelas multilingües tiene más de un beneficio, tanto para ellos como para los idiomas mismos, para mantenerlos con vida.
Las películas multilingües no son tan comunes, pero existen y ofrecen un contenido muy peculiar. En primer lugar, es importante señalar que no es fácil escribir un guion con esta característica, ya que en el mejor de los casos exige la presencia o el asesoramiento de al menos un especialista en cada lengua. Si lo consiguen, entonces puede aportarle a la historia un universo muy amplio y más rico que si todos hablaran un solo idioma. Esto es especialmente útil para una película de espionaje internacional, por ejemplo.