El concepto de mutualismo tiene varios usos. El más frecuente aparece en el ámbito de la economía y la política para nombrar a una doctrina y movimiento que impulsa la actividad de las mutuales.
Una mutual, también conocida como mutualidad, es una institución que carece de fines de lucro y que está regida bajo el precepto de la asistencia mutua. Los integrantes de una mutual trabajan de manera coordinada y solidaria para brindar servicios a los miembros de la asociación.
Mutualismo en la economía política
El mutualismo, por lo tanto, busca fomentar la actividad de las mutuales, que suelen financiarse a través de las contribuciones o cuotas de sus socios. Este movimiento aparece en diversos sectores de la economía, como la prestación de créditos, los servicios de seguros y otros.
Como teoría de la economía política, el mutualismo es la filosofía que promueve una organización de la sociedad que carezca de Estado y en la que el intercambio comercial se lleve a cabo a través del trueque, buscando equivalencias entre el trabajo realizado y el producto que se recibe. De acuerdo al mutualismo, los productores pueden organizarse en instituciones cooperativas que, a su vez, se agrupen en una gran federación centralizada.
El concepto en la biología
Dentro del campo de la biología, el mutualismo es un tipo de interacción que llevan a cabo seres de distintas especies, obteniendo beneficios todos los involucrados. Las especies que mantienen un vínculo de esta clase cooperan entre sí. Un ejemplo de mutualismo biológico ocurre entre las abejas y las flores a las que polinizan.
Entre los seres vivos, las relaciones de mutualismo también son comparables con un trueque, ya que cada especie ofrece ciertos recursos o servicios a cambio de otros.
Tipos de mutualismo biológico
Veamos los diferentes tipos de mutualismo biológico que se conocen hasta el momento:
* recurso-recurso: se trata de un tipo de relación en la cual se intercambia un recurso por otro, y es la forma de mutualismo más común. Se da, por ejemplo, entre los hongos y las raíces de las plantas, cuando éstas les proporcionan carbohidratos a cambio de minerales (principalmente fosfatos y nitratos) y agua. Las plantas leguminosas (hierbas anuales o perennes, árboles y arbustos caracterizados principalmente por su fruto en forma de legumbre y sus hojas estipuladas y compuestas) y los rizobios fijadores de nitrógeno (bacterias que se establecen en los nódulos radiculares de las primeras) intercambian carbohidratos por nitrógeno;
* servicio-recurso: es otro tipo de mutualismo muy común en la naturaleza. Un ejemplo muy conocido por todos es la polinización, un intercambio en el cual las abejas ofrecen a las plantas el servicio de dispersar las gametas (el polen) y reciben el néctar o el polen que necesitan. Del mismo modo, las hormigas y los pulgones tienen también una relación servicio-recurso, ya que las primeras les brindan a los últimos protección de los ataques de sus depredadores y a cambio esperan mielada o rocío de miel (un subproducto de la savia, extraída de las plantas por los pulgones);
* servicio-servicio: se sabe que es el tipo de mutualismo menos común, aunque la ciencia no ha conseguido entender la razón de su escasez. Ocurre, por ejemplo, entre el pez payaso y la anémona de mar, ya que el primero protege a la segunda de los peces pertenecientes a la familia Chaetodontidae (cuya fuente de alimentación son las anémonas) y éstas les ofrecen a cambio protección contra sus depredadores. Pero la relación no termina allí, sino que los desechos de los peces payaso sirven de alimento para las algas simbióticas que viven en los tentáculos de las anémonas, aumentando la complejidad de este caso.
Algunas hormigas hacen sus nidos en el interior de las espinas ahuecadas de las plantas del género Acacia, protegiéndolas contra ciertos herbívoros a cambio del refugio que reciben.