Se conoce como ondas rusas a un tipo de tratamiento estético y de rehabilitación que consiste en la electroestimulación de las terminales nerviosas de los músculos. Para esto se recurre a un equipo externo que se encarga de la estimulación a través de impulsos eléctricos.
Con un tratamiento de ondas rusas, se logra que la masa muscular se contraiga de forma rítmica. De esta manera, afirman quienes promueven el sistema, se puede desarrollar un trabajo muscular localizado sin esfuerzo.
El sedentarismo y el paso de los años hacen que los músculos pierdan firmeza y, como consecuencia, la persona empiece a notar una merma en su agilidad y fuerza. Así se produce un círculo vicioso: el sedentarismo lleva a la pérdida de fuerza, y esa pérdida de fuerza atenta contra la realización de actividad física. Las ondas rusas apuntan a romper con ese ciclo, devolviendo la firmeza y la tonificación a los músculos.
Al estimular las terminales nerviosas con impulsos eléctricos, sostienen los promotores de las ondas rusas, se mejora el funcionamiento del sistema circulatorio y del sistema linfático, favoreciendo la circulación y minimizando la retención de líquidos.
Entre los efectos atribuidos a las ondas rusas, se mencionan la eliminación de toxinas y el aporte adicional de oxígeno. Gracias a sus beneficios, las ondas rusas mejorarían el aspecto de la celulitis y revertirían la flacidez muscular. Veamos a continuación algunos de los beneficios más importantes de la aplicación de ondas rusas en nuestro cuerpo:
* tonificación y elevación de los glúteos. Esto es especialmente importante a partir de cierta edad, tanto para hombres como para mujeres, ya que todos nuestros músculos pierden firmeza y nuestra piel comienza a «caerse». Si bien hay quienes aceptan estos signos del envejecimiento sin problema, también están aquellos que desean revertirlos para extender la juventud;
* tonificación de los brazos, las piernas y el abdomen. Este punto va de la mano del anterior, aunque es cierto que no todas las personas exhibimos una pérdida de tonicidad pareja en todas las partes del cuerpo. Además, dado que los tratamientos con ondas rusas pueden tener un precio elevado para ciertos bolsillos, es bueno tener la posibilidad de escoger la zona del cuerpo en la que deseamos enfocarnos a cada momento;
* eliminación de retención de líquidos. Para muchas personas, este problema no aparece nunca. Sin embargo, para otras se trata de uno que puede dificultar sus actividades diarias. En pocas palabras, es una hinchazón que se origina cuando un exceso de líquido se acumula en una parte determinada del cuerpo. En los peores casos puede surgir como consecuencia de enfermedades renales, hepáticas o cardíacas;
* mejora de la circulación. Con el paso de los años, nuestro sistema circulatorio atraviesa un deterioro, así como el resto del organismo. Si bien algunas personas tienen problemas de circulación a lo largo de toda su vida, en muchos casos aparecen recién en la vejez. El sedentarismo también puede entrar en un círculo vicioso con este trastorno, y por eso es necesario tratarlo;
* eliminación de las toxinas. Algunas de ellas son realmente peligrosas para la salud, no solo por su acción sino porque son difíciles de percibir. Las ondas rusas pueden colaborar en esta lucha de una forma muy eficaz.
En cuanto al aparato para la aplicación de las ondas rusas, se trata de una máquina equipada con electrodos que permiten la electroestimulación. Dichos electrodos abarcan numerosas fibras musculares, posibilitando la contracción rítmica de la masa del muscular.
Las ondas rusas también tienen sus contraindicaciones. Por ejemplo, si se aplican en exceso pueden provocar pérdida de sueño debido a una excitación por encima de lo normal. Otro posible efecto indeseado es el dolor muscular por varios días.