La parasitología es el área de la biología que se encarga del estudio de los parásitos. Un parásito, a su vez, es un organismo que se alimenta de ejemplares de otras especies, viviendo a costa de ellos y afectándolos aunque sin matarlos.
Este término, etimológicamente hablando, procede del griego. Exactamente se ha formado con, por un lado, el sustantivo parásitos, que se utilizaba para referirse tanto “al que está al lado del trigo” como a ciertos magistrados e incluso a ciudadanos que se encontraban alimentados por el Estado. Y, por otro lado, con el vocablo logos, que es sinónimo tanto de “tratado” como “palabra”.
En concreto, para hablar de la parasitología es necesario tener en cuenta no solo el término de parásito sino también el de hospedador. Este último es un organismo vivo que cuenta con las condiciones apropiadas para que en él se establezca el citado parásito.
La parasitologìa y el parasitismo
El parasitismo, por lo tanto, es el fenómeno que interesa a la parasitología. Así se denomina a la asociación que establecen los parásitos con sus huéspedes. Los expertos en esta disciplina científica también se centran en las parasitosis: las enfermedades que causan los seres parásitos.
De la misma manera, hay que subrayar que es importante conocer otra serie de términos, además de los ya citados, que están en relación con la parasitología. Nos estamos refiriendo a los siguientes:
–Parasitemia, que puede definirse como la situación que se provoca cuando hay parásitos en la sangre.
–Parasitiatis, que es el término que se utiliza para hacer mención a la asociación que hay entre dos organismos que mantienen un notable equilibrio y que lleva a que no existan síntomas de ningún tipo.
El caso de los virus, los hongos y los procariotas
Por convención, la parasitología se orienta a los parásitos eucariotas como los artrópodos, los nematodos, los cestodos, los trematodos y los protozoos.
Los demás parásitos, como hongos, virus y procariotas, quedan bajo la órbita de la microbiología (la ciencia que estudia los microbios, que son organismos unicelulares únicamente visibles a través de un microscopio).
Inicios de la parasitología
Es importante conocer, además, que la parasitología tiene su punto de partida en la Antigua Grecia. Y es que se considera que fue Aristóteles, quien descubrió una serie de gusanos intestinales. Asimismo, Galeno y Plinio el Viejo se centraron en llevar a cabo el estudio de los parásitos que hay en el ser humano y también de los que se hallan en animales.
La parasitología, en sus inicios, se desarrolló como una rama de la zoología. Así, por lo tanto, se encargaba de la descripción de metazoos. Con el paso del tiempo, y la invención del microscopio, se descubrió el impacto de muchos parásitos sobre la salud de animales y seres humanos y se convirtió en un tema de interés para la medicina.
Hoy se ubica a la parasitología como parte de la biología. Es posible dividirla en especializaciones como la fitoparasitología (investiga los parásitos que afectan a las plantas), la zooparasitología (genera conocimientos sobre los parásitos que tienen a animales como hospedadores) y la parasitología clínica o médica (dirigida a los parásitos del ser humano).