Pastel es una noción que tiene varios usos, aunque su utilización más frecuente se encuentra vinculada a la cocina. Un pastel es un tipo de masa que suele formarse con agua, manteca (también llamada mantequilla) y harina y que puede rellenarse con alimentos dulces o salados. El pastel debe cocinarse en el horno para que la masa (y, en ocasiones, el relleno) no esté cruda.
Por ejemplo: «Esta noche vamos a cenar un pastel de setas y champiñones», «¿Quieres un trozo de pastel de frutillas?», «Beatriz me pasó la receta del pastel de limón y menta que hacía su abuela».
Tipos de pastel
En ocasiones, el término pastel se emplea como sinónimo de tarta o de torta. Cabe destacar que, de acuerdo a diversas características específicas de cada preparación, el pastel también puede recibir otros nombres. Cuando se trata de un pastel de tamaño reducido, puede nombrarse como pastelito o pastelillo: «En mi país, festejamos el Día de la Independencia con pastelitos de membrillo», «Los pastelillos de banana estaban sencillamente irresistibles».
Si la masa de pastel se asemeja a la del pan y el relleno es salado, la preparación recibe el nombre de empanada. Podría decirse, por lo tanto, que las empanadas son pasteles individuales que pueden rellenarse con soja texturizada, tomate, cebolla, apio, champiñones, setas y otros ingredientes.
Un color tenue y una clase de pintura
Pastel también es un adjetivo que se aplica a los colores tenues, que suponen una versión más suave de otros tonos. El rosa y el celeste son algunos de los colores pastel más populares.
La pintura pastel es seca y, dado su nivel de opacidad cuando se la usa para cubrir superficies, trabajar con ella es relativamente sencillo. La técnica homónima se caracteriza por combinar la pintura con el dibujo, a diferencia de otras que distinguen claramente ambas etapas.
Con respecto a su formato, la pintura pastel se distribuye en pequeñas barras con diferentes grados de ductilidad, según la cantidad de goma arábiga presente en su composición. Aprender a pintar al pastel es una buena decisión para aquellos dibujantes que quieran dar sus primeros pasos por la pintura; además, si tienen nociones de dibujo al carboncillo, la técnica no resulta tan diferente.
El soporte necesario para la pintura al pastel puede ser papel, cartón o madera, aunque se recomienda un papel lo más rugoso posible para obtener mejores resultados. De hecho es posible conseguir un papel específicamente desarrollado para este tipo de pintura, que resiste perfectamente la fricción de los dedos durante el trabajo.
Un punto importante a tener en cuenta cuando se pinta al pastel, es que este material no es húmedo, por lo cual no es necesario dejarlo secar una vez acabado un cuadro, aunque sí se debe utilizar un fijador para evitar que se deteriore, dado que el pastel no prende con la suficiente fuerza al lienzo.
Cómo realizar una pintura al pastel
Para realizar una pintura al pastel se deben tener en cuenta los siguientes pasos:
- Preparar el soporte sobre una superficie sin ondulaciones o imperfecciones tales como hendiduras, y tener a mano un trozo de tela y las pinturas.
- Comenzar a esbozar la obra con trazos finos, si es posible utilizando colores cálidos como el amarillo o el naranja, que podrán ser cubiertos con facilidad y aportarán luminosidad a los objetos.
- Aplicar la primera capa de color, con moderación, recordando que es posible agregar pero no eliminar.
- Usar las yemas de los dedos para difuminar y fundir los colores, consiguiendo diversas texturas y sensaciones.
- Finalizar el trabajo de los colores, agregando luces y sombras adecuadamente.
- Aplicar un fijador para inmortalizar la obra.
Otros usos del término
En el lenguaje coloquial, por último, se menciona como pastel a algo que puede repartirse entre varios.
Por ejemplo: «Si voy a ser parte de este negocio, quiero mi tajada del pastel». En este caso, el emisor hace alusión a las potenciales ganancias del negocio en cuestión, de las cuales quiere recibir un porcentaje acorde con su su participación.