Persa es un adjetivo que se utiliza para nombrar a aquel o aquello que es originario de Persia. Esta nación, por su parte, se encontraba en la zona de Medio Oriente que actualmente pertenece a Irán.
El término persa, por lo tanto, puede emplearse para nombrar al imperio y a la cultura de la antigüedad que se desarrollaba en la mencionada región, o incluso al pueblo iraní. Persa también es el nombre de la lengua que se habla en Irán, Afganistán y otras regiones asiáticas.
Por ejemplo: “En estas tierras, los persas libraron incontables batallas”, “Ayer visité una exposición de arte persa que me fascinó”, “Aprendí a decir algunas palabras en persa durante mi último viaje a Asia”.
El adjetivo persa refiere a lo vinculado a Persia, una región que hoy pertenece a Irán.
TemasUsos del adjetivo persa
Una alfombra persa, por otra parte, es aquella que reproduce las características de las alfombras que elaboraban los persas en la antigüedad. Estos elementos textiles nacieron como una protección ante las bajas temperaturas y, con el tiempo, comenzaron a constituirse como verdaderos objetos artísticos que se destacaban por sus diseños y colores: “La escalera del palacio estaba cubierta por una hermosa alfombra persa”.
Se conoce como mercado persa, en tanto, a los establecimientos comerciales formados por varios puestos que ofrecen una amplia variedad de productos: “Esto parece un mercado persa: puedes comprar desde comida hasta productos electrónicos”.
Los gatos persas, asimismo, son felinos de cara aplanada cuyo pelaje puede exhibir distintos colores. Esta raza, como su nombre lo indica, es originaria de Persia y llegó al mundo occidental en las primeras décadas del siglo XVII: “Cuando era niña, tenía un gato persa como mascota”.
El gato persa se caracteriza por la cara aplanada.
Una cultura de gran importancia
El Imperio persa jugó un papel determinante en todos los aspectos del desarrollo de su civilización, como ser su agricultura, su comercio y su educación. El arte imperial, por ejemplo, era un concepto que hacía referencia a la obligación de reflejar en cualquier manifestación artística los intereses y las creencias de las autoridades del Imperio; una de sus principales características era que combinaba varias expresiones culturales de los habitantes de la zona de los Montes Zagros.
Si bien el arte imperial persa era un reflejo de los diversos rasgos de los pueblos dominados por el Imperio, debía seguir una serie de indicaciones y someterse a ciertas restricciones que lo alejaban de una manifestación espontánea y libre, características que en general se asocial al arte.
El pueblo persa tenía una forma de ver e interpretar el mundo que incluía elementos de las conquistas territoriales de Persia que tuvieron lugar luego del reinado de Ciro II el Grande y sus descendientes, dentro de las cuales se encontraba Grecia, Babilonia y Egipto.
Con respecto a su religión, tuvo su origen en las predicaciones de Zarathustra, el profeta que fundó el mazdeísmo, una religión que tiene a Ahura Mazda como divinidad creadora del todo y representante del bien, opuesta a Angra Mainyu, figura destructiva y maligna. El Avesta era el libro sagrado de esta religión, el cual giraba en torno a la existencia de dichos personajes antagónicos. Se cree que Zarathustra predicó en parte de Irán y en Asia Central durante el siglo VI a. C., momento en el cual los persas adoptaron su doctrina.
La lengua persa
La lengua persa hablada en el período aqueménida, que se comprende entre los años 600 y 300 a. C., se denomina persa antiguo. Se trata del idioma que precede al persa medio; posee estructuras gramaticales y arcaísmos propios del antiguo iranio.
La mayor parte de inscripciones en persa antiguo se encuentra en una serie de sellos reales y tablillas de barro que han sido halladas en Egipto, Irán, Turquía e Iraq, siendo la inscripción de Behistun una de las más importantes.
