Se denomina plenitud a la condición de pleno: completo o colmado de intensidad. El término tiene su raíz etimológica en el vocablo latino plenitūdo. Una palabra esta que es el resultado de la unión del adjetivo «plenus», que significa «lleno» o «pleno», y el sufijo de cualidad «-tudo».
Entre las palabras que pueden funcionar como sinónimos de plenitud nos topamos con abundancia, integridad, plétora o incluso totalidad.
La idea de plenitud suele aludir al apogeo de algo. La plenitud, por lo tanto, se asocia al auge o a alcanzar la cumbre. Por ejemplo: «Pese a que tiene 36 años, el tenista suizo aún se encuentra en plenitud», «Más allá de algunos inconvenientes físicos y de las dificultades económicas, me siento en plenitud», «La banda de rock decidió posponer la gira ya que su cantante todavía no está en plenitud luego de ser intervenido quirúrgicamente por un problema cardíaco».
Muchas veces se vincula la plenitud al rendimiento, sobre todo en el terreno del deporte. Se dice que un futbolista está en su plenitud cuando su estado físico es óptimo y su nivel de juego resulta excelente. Esto le permite rendir al máximo partido tras partido, sin evidenciar cansancio ni registrar bajones en sus aportes al equipo.
Tenemos que exponer que, además, se habla de plenitud personal. Este término se usa para hacer referencia al estado de bienestar, integridad y equilibrio que un individuo siente cuando todo en su vida está bien. Es decir, está en esa plenitud cuando se encuentra bien de salud, a nivel laboral está tranquilo y satisfecho con su puesto y a nivel personal se halla feliz. Y a eso se puede unir que tenga buena relación con su familia, que cuente con amigos y que en su tiempo libre disfrute de los hobbies que le gustan, por ejemplo.
La plenitud también puede relacionarse a la felicidad. Aquel que está enamorado, disfruta a su familia, logra prosperar profesionalmente y ni él ni sus seres queridos atraviesan trastornos de gravedad, se halla en un momento de plenitud: no pretende nada diferente de lo que ya tiene.
En este marco, suele plantearse como uno de los grandes objetivos personales de cada individuo e incluso como una meta social la llegada a la vejez en plenitud. Se espera que los ancianos, gracias a los avances de la medicina y a los estímulos que se les ofrecen, puedan vivir su última etapa de la vida con alegría, satisfaciendo sus necesidades e intereses de diversa índole.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que plenitud es una palabra que se usa en el título de distintas obras culturales. Buena muestra de eso el libro «Plenitud», que está escrito por el autor mexicano Amado Nervo. Se publicó en el año 2000 y viene a ser una singular mezcla entre un libro de autoayuda y un poemario. En concreto, los principales temas de este trabajo son el amor y la felicidad así como la superación.
Además, «Renuevo de plenitud» es el nombre de una página web enmarcada dentro del ámbito religioso. En concreto, es de procedencia cristiana y pone al alcance de sus seguidores desde reflexiones hasta promesas pasando por vídeos de distinta índole y diapositivas.