La idea de posparto alude al puerperio: el periodo que se inicia inmediatamente después del parto y se extiende hasta que la mujer recupera el estado que tenía antes de la gestación. El término también puede mencionarse como postparto, de acuerdo a lo aceptado por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario.
Suele indicarse que el posparto dura entre seis y ocho semanas, tiempo en el cual el cuerpo de la persona que dio a luz recupera las características pregestacionales. Esto implica el desarrollo de una serie de cambios en el aparato reproductor y a nivel hormonal.
Las primeras veinticuatro horas después del alumbramiento componen el llamado posparto inmediato. Se trata de una etapa en la cual la flamante madre debe someterse a controles médicos para corroborar su estado de salud. En este lapso resulta particularmente peligrosa la hemorragia posparto, que es una pérdida abundante de sangre capaz de provocar la muerte.
La depresión posparto, por otra parte, puede aparecer hasta un año después del parto, aunque lo más frecuente es que irrumpa antes de que el bebé cumpla los tres meses de vida. Este trastorno mental se caracteriza por la falta de energía y de apetito, el insomnio y el estado anímico alicaído.
De acuerdo a diversos estudios, la depresión posparto está asociada al estrés y a los cambios hormonales. Además tendría vínculo con una posible predisposición biológica.
La psicosis posparto, en tanto, es una enfermedad mental poco común. La mujer que la padece sufre alucinaciones, pierde el sentido de la realidad y experimenta una alteración grave de su comportamiento.
En sí, se denomina psicosis a un estado mental que se describe como un «corte» entre el paciente y la realidad que lo rodea. La persona que pacede esta condición se denomina psicótica«. Es importante señalar que este término se considera genérico, en cuanto a que no define un solo cuadro, una sola enfermedad. Por otro lado, a pesar de que algunos lo confundan con psicopatía, no tienen ninguna relación.
A los síntomas antes mencionados de la psicosis posparto debemos sumar las alteraciones de las propias ideas y del comportamiento, la desorientación y los falsos reconocimientos. Es un fenómeno muy raro, que tiene lugar en un 0,2 por ciento de los embarazos y que no es equivalente a la depresión posparto, aunque ésta puede derivar en una psicosis si no se trata a tiempo. Por otro lado existe la denominada baby blues, un exceso de emotividad y angustia que casi todas las madres experimentan durante los primeros días de vida de sus bebés; no es una enfermedad, sino una consecuencia natural del largo proceso de gestación y la «separación» del niño.
Sobra decir que la psicosis posparto requiere un tratamiento médico, así como ocurre con la depresión, que se considera menos grave y dura menos tiempo. Antes de que surjan los síntomas más graves suelen aparecer la irritabilidad y el insomnio. Esta enfermedad fue documentada en la antigua Grecia, aunque con otro nombre.
Cada mujer tiene un grado de predisposición diferente a la psicosis posparto. Además, quienes la hayan sufrido presentan más probabilidades de tener un trastorno bipolar. Con respecto a las causas, el estrés propio del parto y las alteraciones hormonales que lo siguen son las que se mencionan con mayor frecuencia; sin embargo, se sabe que tratar esta psicosis con hormonas no resulta efectivo.
También se relaciona la psicosis posparto con el embarazo no deseado, la infelicidad en el matrimonio o las limitaciones en la vida a causa del embarazo, entre otras cuestiones. Hay casos en los que su aparición se adjudica a la presencia de otras enfermedades, como ser la tiroiditis posparto, algunos trastornes autoinmunes y el síndrome de Sheedan (un infarto de la glándula hipofisaria).