Precinto es un término cuyo origen etimológico nos lleva a praecinctus, un vocablo latino. El concepto se emplea para nombrar a aquello que se utiliza para cerrar o maniatar algo.
Un precinto puede ser un lazo, una etiqueta o una ligadura que se incluye en un sobre, un legajo o un paquete para que sólo pueda ser abierto por la persona indicada, en el momento adecuado. Por ejemplo: “Al sacar el precinto, la mujer se sorprendió: dentro de la caja había un diamante”, “El juez informó que enviará un sobre, sellado con un precinto, con una copia de las declaraciones a los familiares de la víctima”, “Dejé mi documentación protegida con un precinto”.
Debido a sus características, un precinto debe romperse para ser removido. Esto garantiza que un sobre precintado nunca haya sido abierto desde de la aplicación del precinto. En otras palabras, si el precinto se encuentra roto, quiere decir que alguien procedió a la apertura del sobre.
Usos de los precintos
Los precintos también pueden ser cintas o elementos similares que se utilizan para inmovilizar a una persona. En este caso, los precintos funcionan a la manera de esposas: se aplican en las manos o los pies del individuo, quien no puede quitárselos debido a la dureza del material y a su sistema de agarre. De esta manera, la víctima queda con las dos manos y/o los dos pies juntos, sin poder desplazarse: “Los delincuentes maniataron al dueño de la casa con precintos”, “Estuve tres horas con los precintos, hasta que me rescató un policía que pasaba por el lugar”.
La Administración de Impuestos y Aduanas Nacionales, oficina pública que suele establecerse en las fronteras y costas con el objetivo de registrar las mercancías que se importan o exportan y cobrar los impuestos pertinentes, también aprovecha el uso del precinto; en este caso, se trata de la combinación de un cordel y un sello que permitan a la aduana llevar a cabo el control efectivo de la seguridad de la mercadería contenida en una unidad de transporte o de carga.
El precinto puede ser fabricado en diversos materiales, siendo metal y plástico los dos principales. De acuerdo con las necesidades de cada caso en particular, cada uno brinda el grado de protección adecuado. Los precintos metálicos son más seguros y resistentes y suelen ser utilizados para cerrar camiones, vagones, cisternas y contenedores.
Clasificación según el tipo
Uno de los tipos de precinto metálico se denomina barrera y se ve como un gran clavo con la punta redondeada. Se puede fabricar con acero al carbono y recubrir con ABS (acrilonitrilo butadieno estireno, un plástico de uso industrial y doméstico, especialmente resistente a los golpes). Su uso suele estar destinado al cierre de contenedores y, dada su dureza y resistencia, para abrirlo se hace necesaria la utilización de cizallas, una especie de tijeras de gran tamaño con las cuales puede cortarse en frío una plancha de metal.
Por otro lado se encuentra la brida ajustable con un cable de acero trenzado y una caja de aluminio en la cual se inserta de manera definitiva. Resulta muy útil para la protección de mercadería que se transporta por tierra o aire, para sellar componentes de valvulería y para asegurar cisternas. También exige el uso de cizallas para su apertura y puede incluir un código de barras y número de serie para su comprobación.
El precinto de plástico es mucho más común para el consumidor final, ya que se encuentra en un gran número de productos. En este caso, el tipo más usado es la brida ajustable, aunque sus características la diferencian de la alternativa metálica. El precinto tipo anillo, por su parte, se reconoce a simple vista por poseer un punto de rotura específico, que facilita la apertura.