Un principio de incendio se puede controlar con relativa facilidad
TemasPrimer instante del incendio
Se llama principio de incendio, en este marco, al fuego incipiente que es detectado de manera temprana y que, por ese motivo, puede ser controlado sin mayores problemas. El descubrimiento de un principio de incendio permite actuar a tiempo para evitar la propagación de las llamas.
Como la expresión lo sugiere, el principio de incendio es el primer instante de un incendio. Muchas veces se detecta a partir del humo, aunque también puede notarse por el olor o el ruido. Resulta vital reaccionar con rapidez y apagar las llamas antes de que el fuego avance poniendo en riesgo a los seres vivos y a las estructuras materiales.
Por lo general, un principio de incendio se produce de manera natural, espontánea o accidental. Los rayos solares calentando vegetación seca, un cortocircuito en una instalación eléctrica o una vela encendida que cae sobre un colchón pueden generar un principio de incendio: dependiendo de su propagación o no, esa situación puede derivar en un incendio fuera de control.
Prevención y acción
La prevención es imprescindible para impedir un posible principio de incendio. Siempre es importante tomar precauciones para que no se produzca la combustión que da lugar al fuego. Si, de todos modos, el principio de incendio aparece, la clave para minimizar los daños es extinguirlo utilizando las técnicas y los recursos apropiados.
Aunque todas las personas deberían contar con la preparación y los elementos para responder ante un principio de incendio, los expertos capacitados para apagar las llamas son los bomberos. Por eso es importante saber cómo contactarlos en caso de emergencia.
Equipo adecuado
Como parte de las medidas de precaución debemos escoger el equipo que mejor se adapte a nuestras necesidades para combatir un eventual principio de incendio de manera efectiva. Para ello debemos en primer lugar evaluar las características del espacio que deseamos proteger, así como el uso que le damos: no es lo mismo un hogar que una empresa, por ejemplo. Entonces, desde el tamaño hasta la necesidad de colocar carteles para señalizar las rutas que conducen a los extintores y las salidas, todo esto debemos analizarlo.
Antes de pasar a hablar de los extintores, podemos mencionar las puertas resistentes al fuego, ideales para aislar partes específicas de un edificio en caso de incendio. Son especialmente útiles para proteger a las personas pero también a las maquinarias que se reúnen en determinadas habitaciones y su tiempo de acción puede superar las tres horas. Volviendo al extintor, no alcanza con tenerlo sino que debemos aprender a usarlo para enfrentar un principio de incendio con éxito.
A la hora de comprar uno, debemos fijarnos en el tipo de incendio para el cual está preparado; esto y las instrucciones de uso se puede encontrar en su etiqueta, la cual se recomienda leer con detenimiento. Veamos los tres tipos de extintores más comunes:
Cada tipo de extintor es ideal para una situación diferente
* de agua: ideal para apagar el fuego que se origina en objetos de madera, papel u otros materiales blandos. Nótese, de todos modos, que su manejo no es fácil. Si el principio de incendio se forma en muebles o alfombras de fibra sintética, se recomienda un extintor que forme una película acuosa; si se forma en aparatos eléctricos, en cambio, es mejor uno de dióxido de carbono. En ningún caso debe usarse para apagar el fuego en recipientes de cocina, ya que produce el efecto contrario;
* de polvo: sirve en cualquier clase de incendio que se produzca en un espacio amplio, donde no exista el riesgo de inhalación;
* químicos: forma una capa de espuma ideal para principios de incendio localizados.
