
Contar con una certificación es indispensable para ejercer profesiones reguladas.
Profesión es la acción y efecto de profesar: ejercer un oficio, una ciencia o un arte. La profesión, por lo tanto, es el empleo o trabajo que alguien ejerce y por el que recibe una retribución económica. Por ejemplo: «Mi padre me inculcó el amor por esta profesión», «Para dedicarse a esta profesión hay que esforzarse demasiado», «La profesión de veterinario era uno de los motores de su vida».
Por lo general, las profesiones requieren de un conocimiento especializado y formal, que suele adquirirse tras una formación terciaria o universitaria. Los oficios, en cambio, suelen consistir en actividades informales o cuyo aprendizaje consiste en la práctica. En algunos casos, de todas formas, el límite entre profesión y oficio es difuso.
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ResumenTipos de profesión
Aquel que ejerce una profesión -término que procede del latín professio– se conoce como profesional. Esta persona ha cursado estudios y cuenta con algún certificado o diploma que avala su competencia para desempeñar el trabajo.
Es habitual que las profesiones se clasifiquen de acuerdo al sector en el cual se enmarcan. Así, si pensamos en las ciencias de la salud, encontramos profesionales de la medicina, la odontología y la enfermería, entre otros. En el marco de las ciencias sociales, aparecen los profesionales de la psicología, la politología, la antropología y la sociología, por mencionar algunas posibilidades.
En el caso específico de España, hay que subrayar que se establece una clasificación de ocupaciones y profesiones. De esta manera, se ordenan en categorías tales como Fuerzas Armadas, Dirección de Administraciones Públicas, Gerencia de Empresas, profesiones asociadas a una titulación de grado, profesiones relativas a titulaciones de máster o doctorado, técnicos de apoyo, trabajadores de servicios de restauración, dependientes de comercios y otros.

La responsabilidad y el compromiso resultan indispensables en cualquier profesión.
El intrusismo profesional
Es importante hacer alusión a un concepto vinculado con la idea de profesión. Se trata del intrusismo profesional, que puede convertirse en un delito y que se define como aquella circunstancia en la que una persona que no está autorizada para ejercer determinadas actividades profesionales las lleva a cabo igualmente.
En concreto, quien incurre en este delito cumple con dos circunstancias concretas que lo determinan. Por un lado, el hecho de no disponer de la titulación necesaria por no haber completado la carrera en cuestión; por otra parte, el individuo no forma parte del correspondiente colegio profesional, institución que se encarga de velar por los intereses de sus miembros y de regular el ejercicio de las actividades asociadas a una ocupación.
En el territorio español, el intrusismo profesional está tipificado como delito en el Código Penal. Así, quien es condenado por esta falta, en función de la gravedad de sus actos, puede ser sancionado con multas o incluso con penas de prisión de hasta dos años.

La medicina es una profesión que suele otorgar reconocimiento, prestigio y estatus social.
Ejemplos de profesión
Un ejemplo de profesión es la medicina, cuyos profesionales se conocen como médicos o doctores. Estos expertos cursan estudios universitarios para especializarse en el cuidado y la recuperación de la salud humana a través del estudio, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades o lesiones.
Es imprescindible que el médico sea un profesional recibido en la universidad y que cuente con un diploma que lo avale ya que la vida del paciente depende de su trabajo. Si una persona se hace pasar por médico y propone un tratamiento o curación, estará incurriendo en un delito de intrusismo profesional. Esta práctica es conocida como ejercicio ilegal de la medicina.
La arquitectura es otro ejemplo de profesión. Contar con el título de arquitecto es indispensable para ejercerla, al igual que la inscripción en el colegio correspondiente. De esa forma se certifica la competencia profesional y se garantiza la aptitud del profesional, quien dispone de la capacitación y la pericia necesarias para llevar a cabo las labores de la disciplina. Por supuesto, el profesional puede carecer de experiencia o incluso de talento más allá de su educación formal.
Decíamos líneas arriba que el límite entre profesión y oficio en ocasiones no es evidente. Eso ocurre con el periodismo. El periodista puede formarse con una tecnicatura o una licenciatura para obtener el título, aunque también tiene la posibilidad de aprender de manera autónoma e informal y de ganar experticia con la experiencia laboral. Generalmente no hay una obligatoriedad de tener título para ejercer el periodismo sino que las aptitudes y el dominio de las técnicas y los recursos se demuestran en la práctica.
El caso de los artistas también es motivo de debate. Quien se dedica al arte tiene vocación y generalmente una habilidad especial para desarrollar obras. Si bien es posible estudiar diversas carreras relacionadas a lo artístico, la trayectoria suele construirse en base al trabajo desarrollado y no a partir de los estudios formales. A su vez, hay artistas que viven de su trabajo como escultores, pintores, etc., incluso ganando mucho dinero, con lo cual son profesionales del arte; no obstante, también existen artistas que no pretenden obtener una remuneración económica por su labor sino que se entregan a la creación de manera vocacional.
