Un pronombre es un tipo de palabra cuyo referente es determinado según la relación que forja con otros términos, los cuales generalmente ya han sido nombrados. Lo indefinido, en tanto, no está definido.
Los pronombres indefinidos, en este marco, son aquellos que reflejan un grado o una cantidad de forma indeterminada. Además pueden aludir a entidades que no son precisadas por los hablantes, recibiendo también el nombre de pronombres indeterminados.
En el caso de los pronombres indefinidos, de este modo, el referente carece de definitud. La referencia que realizan no tiene precisión, sino que solo alude a una cierta clase.
Un ejemplo de pronombre indefinido es algo. Este vocablo no cambia según el género, por lo cual se lo califica como neutro. A través de este pronombre se expresan cantidades que no se precisan: «Recuerdo algo de lo que pasó, pero no todo», «¿Tienes hambre? Todavía queda algo de carne», «Juan siempre cuenta con algo de dinero en el bolsillo, vamos a pedirle que nos preste unos pesos».
Demasiado y bastante son otros pronombres indefinidos que se asocian a cantidades o grados: «¡Hace demasiado tiempo que no juego a este deporte! Ya ni me acuerdo las reglas», «Estoy bastante preocupado por la situación económica del país».
Algún y alguno, por otra parte, pueden referirse a cosas, animales y personas. Alguien, a seres humanos: «No sé si hay algún libro en esta casa que aún no haya leído…», «Algunos perros trataron de alcanzar el automóvil sin éxito», «Noté que alguien había estado en mi casa al encontrar mis cajones abiertos y revueltos».
Existen varios pronombres indefinidos más, que podemos explorar por medio de diferentes ejemplos prácticos. Para ello, iremos mencionándolos poco a poco haciendo referencia a su grado de variación en género y en número, la cual puede ser total, parcial o nulo. Comencemos por los que entran en el grupo de los que varían tanto en género como en número; sin repetir los que ya hemos estudiado en los párrafos anteriores, nos quedan los siguientes: otro, mucho, poco, todo, tanto y cierto.
Antes de avanzar debemos señalar que existe una diferencia muy importante entre los pronombres indefinidos que siempre cumplen la función de pronombres y aquellos que sólo lo hacen en las oraciones en las que no van acompañados de un sustantivo (éstos se denominan pronombres indefinidos del discurso). En el primer caso se encuentran, entre otros, nadie, algo y alguien; en el segundo destacan todo, poco y bastante. Si bien esto puede parecer difícil de entender en un primer momento, para saber frente a qué tipo de pronombre nos encontramos basta con preguntarse si es posible combinarlo con un sustantivo.
De hecho, las palabras algún, un, cualquier y ningún son las formas apocopadas de los pronombres alguno, uno, cualquiera y ninguno, por lo cual no actúan de la misma manera sino que deben ir acompañados de sustantivos.
Tomemos el caso de otro, que es el primero de la lista de los que varían en género y en número. ¿Cuándo actúa como pronombre, propiamente dicho? En las siguientes oraciones: «Le pregunté al otro, pero no me respondió», «Estuvimos parando en la otra, y era bastante cómoda», «Los otros estaban muy bien preparados, por lo cual el enfrentamiento fue muy demandante». Como puede advertirse en las tres oraciones, la palabra no se complementa con ningún sustantivo, por lo cual cumple la función de pronombre. Diferente sería el siguiente caso: «Le pregunté al otro hombre», en el cual «otro» es un adjetivo.
Entre los que no presentan variación de género podemos mencionar tal, cualquiera y quienquiera. Los que no varían en número son varios, ninguno y sendos. Los invariables son más, menos, demás, nada y nadie.