El adjetivo proveniente se utiliza para calificar a aquel o aquello que proviene: es decir, que procede de un cierto sitio, de otro elemento o de otra persona. El término puede emplearse en múltiples contextos.
Por ejemplo: “El diseñador italiano presentó su flamante colección de joyas, confeccionadas con piedras preciosas provenientes del continente asiático”, “El nuevo refuerzo del equipo de la capital llega proveniente del fútbol chino”, “El olor nauseabundo proveniente de la casa vecina llamó la atención de la mujer, que decidió comunicarse con la policía”.
Supongamos que las autoridades de un municipio anuncian la construcción de un hospital de alta complejidad. Dicha obra es posibilitada gracias a la recepción de fondos provenientes del gobierno provincial, que aportó el dinero para el desarrollo de la infraestructura. Así, al recibir recursos económicos enviados por el Estado de la provincia, los responsables de la gestión municipal pueden encarar las tareas constructivas.
Tomemos el caso del jugador de básquetbol o baloncesto LeBron James. Este deportista debutó en la NBA a los 18 años de edad, proveniente de una escuela secundaria. Esto quiere decir que James no jugó para ninguna universidad ni para un equipo profesional nacional o extranjero antes de desembarcar en la competencia más importante del mundo.
Veamos ahora la historia de la papa, también conocida como patata. Este tubérculo empezó a cultivarse miles de años antes de Cristo en el continente americano. Los europeos, en sus expediciones por América, lo descubrieron y lo trasladaron a su tierra. Finalmente la papa se expandió a nivel global. Por lo tanto, se trata de un alimento proveniente en sus orígenes del territorio americano.
Como sucede con un gran número de palabras en nuestro idioma, existen ciertos errores a la hora de decir o escribir proveniente, en particular confusiones con sus vocales. Las dos versiones incorrectas más comunes son proviniente y provinente. A pesar de que no figuren en el diccionario de la Real Academia Española, podemos encontrarlas en numerosos artículos periodísticos.
Claro que la confusión no es del todo caprichosa o arbitraria: estamos ante un término que se relaciona directamente con el verbo venir, el cual al transformarse en el adjetivo viniente sí cambia su primera –e– por una –i–, algo que también ocurre con el vocablo interviniente, el adjetivo del verbo intervenir. No sólo esto, sino que en la conjugación del propio provenir encontramos este cambio vocálico más de una vez: provine, provinieron, etcétera.
A continuación veremos algunos de los sinónimos más comunes de la palabra proveniente, algunos de los cuales son más usados en el habla cotidiana o bien tienen un matiz más adecuado para ciertos casos particulares. Los cinco que hemos seleccionado son los siguientes: procedente, resultante, descendiente, originario y derivado. Tanto procedente como originario nos dan la idea de un viaje, de un desplazamiento físico desde el sitio en el cual el sujeto nació, surgió o fue creado hasta el que habita en la actualidad, en el momento de la emisión del mensaje.
Sin embargo, los sinónimos resultante y derivado nos aportan un matiz diferente, ya que en principio hacen referencia a una cosa y no a un ser vivo. En segundo lugar, nos hacen pensar en una mezcla, en una fusión entre el sujeto en su estado original y otro componente, o bien entre dos que no fueran el actual, como ocurre con las reacciones químicas o incluso con las recetas culinarias. Es necesario señalar que aunque sean sinónimos no diríamos que una salsa es «proveniente» de la mezcla de sus ingredientes, sino quizás «resultante». Por último se encuentra descendiente, que sirve en oraciones como «Mi abogado es Marcos, un joven proveniente/descendiente de una familia con tradición en el Derecho».