El vocablo latino resolūtus, derivado de resolvĕre, llegó al castellano como resolutivo. Así se califica a aquello vinculado a la resolución: la decisión, la definición.
TemasResolución con firmeza
Un individuo resolutivo es quien resuelve distintas cuestiones con firmeza. Se trata de alguien que no duda a la hora de decidir y que es proactivo, tratando siempre de encontrar soluciones a los problemas.
Una medida resolutiva genera un cambio inmediato y considerable.
Por ejemplo: “Necesitamos en la gerencia a alguien resolutivo a quien no le tiemble el pulso al tomar decisiones”, “Resolutiva, la muchacha optó por cambiar el billete y pospuso su viaje hasta el día siguiente”, “Me molesta que Ernesto no sea resolutivo y que tenga que consultar todo en lugar de resolver las cosas por sí mismo”.
Para que una empresa pueda crecer y mantener su éxito es necesario contar con personas resolutivas. Como bien se menciona en el primer ejemplo, la toma de decisiones corporativas debe hacerse con firmeza, sin mostrar debilidad o duda. La segunda oración nos habla de una joven que, por determinadas razones, no dudó en posponer un viaje para el día siguiente; si bien no proveemos el contexto, damos a entender que para una persona no resolutiva no habría sido fácil -o, incluso, posible- tomar esta decisión en tan poco tiempo.
Llegamos al último ejemplo, en el cual el emisor se queja de la actitud de Ernesto, un hombre que -lejos de ser resolutivo- se muestra incapaz de resolver los problemas sin antes preguntar a los demás qué hacer, cómo hacerlo. Es importante recordar que no deberíamos ser duros con las personas inseguras, porque su dificultad no es caprichosa y realmente necesitan tiempo y apoyo para sentir que merecen su propio espacio, que sus acciones son tan válidas como las de los demás.
Creatividad y tenacidad
Una persona resolutiva suele ser creativa y tenaz. De este modo, apela a su capacidad mental y a su imaginación para superar desafíos y, además, insiste hasta conseguir el resultado que espera. El optimismo es otra cualidad que suele estar presente en el sujeto resolutivo, ya que le permite no perder la confianza frente a eventuales fracasos pasajeros o circunstanciales.
En este punto debemos retomar la idea de la seguridad en uno mismo, un rasgo crucial en el desempeño social de toda persona: ser resolutivo e inseguro no parece posible, ya que para tomar una decisión en una fracción de segundo es necesario en primer lugar confiar en que nuestras ideas son válidas, que traerán beneficios a quienes las aprovechen. Esto no significa que la creatividad sea exclusiva de estos individuos, sino que ellos la evidencian de manera constante, mientras que los otros la reservan para un entorno mucho más reducido, o para sí mismos.
Algo resolutivo
Lo resolutivo, por otra parte, tiene poder, capacidad o facultad de resolución: “El fallo resolutivo de la asamblea canceló las actividades del mes”, “Ya presentamos la documentación, ahora estamos a la espera del dictamen resolutivo del juez”, “Somos un órgano de consulta, pero no resolutivo: carecemos de potestad para aplicar sanciones”.
Un medicamento o un tratamiento resolutivos son los que pueden curar a un paciente.
En los tres ejemplos recién expuestos vemos que el adjetivo resolutivo indica el carácter «final» o «definitivo» de los sustantivos que modifica, como ser «fallo», «dictamen» u «órgano». Esto quiere decir que sus acciones o su influencia en su entorno generan cambios tangibles y a corto plazo.
En el ámbito de la medicina, por último, resolutivo es algo que puede propiciar la desaparición de una inflamación o de un tumor. De esta manera resuelve un problema de salud. Ante una condición de salud grave, los tratamientos resolutivos son los preferidos frente a los paliativos, es decir, aquéllos que atenúan o suavizan el padecimiento del paciente.
