Revaluación es el proceso y la consecuencia de revaluar. Este verbo se refiere a evaluar nuevamente una cosa o a incrementar el valor de algo, por lo general de una moneda, en un proceso opuesto a devaluar. También dentro del ámbito de la economía, el concepto de revaluación puede entenderse como un aumento en el precio de ciertos productos o bienes.
Para comprender qué es la revaluación en su primera acepción, por lo tanto, debemos saber en qué consiste la acción de evaluar: se trata del cálculo o de la estimación de un valor, un saber, etc. La revaluación, pues, consiste en volver a evaluar. Por ejemplo: «El gobierno anunció que desarrollará una revaluación de los inmuebles de la ciudad para actualizar el impuesto inmobiliario», «Teniendo en cuenta que no aprobó ningún alumno, creo que debemos modificar los criterios de examen y realizar una revaluación», «Deberíamos hacer una revaluación de la empresa antes de conversar con los posibles compradores».
Revaluación de una moneda
La revaluación, como se menciona líneas arriba, también puede asociarse a una subida del valor de una moneda o de un precio. Cabe destacar que la determinación del valor de una moneda depende del valor de otra moneda extranjera: en ese vínculo existente entre las divisas, reflejado en la tasa de cambio, se desarrolla la revaluación o la devaluación de una moneda.
Supongamos que, con cinco unidades de la moneda X, en enero se podía comprar un dólar. Si en septiembre con ese mismo monto una persona puede adquirir dos dólares, se habrá producido una revaluación de la moneda X. En otras palabras: esta última habrá aumentado su valor respecto al dólar ya que se habrá modificado el tipo de cambio, por lo cual será posible cambiar cinco X por dos dólares cuando, meses atrás, esos cinco X se podían cambiar por apenas un dólar.
Tipo de cambio fijo
La revaluación de la moneda puede tener lugar cuando el tipo de cambio es fijo. Esto significa que el régimen cambiario aplicado a la moneda X debe ajustar su valor de acuerdo con el de una que tome como referencia (en este caso, el dólar), o bien de una medida de valor (el ejemplo más usual es el oro) o una canasta de monedas (también denominada cesta de monedas, se trata de un grupo de divisas de determinados países que se ponderan para poder ser usadas en el proceso de fijar el valor de otra). Si el tipo de cambio es flotante, entonces debe hablarse de apreciación.
El uso del tipo de cambio fijo sirve para estabilizar el valor de una divisa en relación con la que se utiliza como referencia, y esto acarrea beneficios en el ámbito de la inversión internacional y el comercio entre aquellos países que utilizan dichas monedas. Además, las pequeñas economías (aquellas que representan un pequeño porcentaje del comercio mundial) también perciben grandes ventajas, ya que su PIB depende en gran parte del comercio exterior. Cabe mencionar que la decisión de cambiar el valor oficial de una divisa solamente puede tomarla el gobierno; o sea, el banco central.
Revaluación fiscal
Por otro lado, existe el concepto de revaluación fiscal, que describe un proceso que consiste en ajustar la tasa impositiva con el objetivo de frenar o desacelerar el incremento de los ingresos por impuestos por encima del que sufre el precio de un activo imponible (valor total de los activos, tomando en cuenta los inmuebles que se incluyen en el balance del contribuyente, sin ajustes por inflación y después de haberles aplicado la deducción por amortización, depreciación y reservas para cuentas que no se pueden cobrar).
Se trata de una medida fiscal que busca promover el gasto y se suele utilizar para regular el precio de la propiedad inmobiliaria cuando aumentan los valores, algo que puede ocurrir por diferentes motivos, como la inflación.