Rubor es un concepto que proviene de la lengua latina y que hace referencia a un tono colorado o rojo. El término suele emplearse con referencia al color que adopta el rostro cuando una persona se siente avergonzada o nerviosa.
Por ejemplo: “Mientras pronunciaba su discurso, la muchacha comenzó a evidenciar un cierto rubor en su rostro”, “Cuando la mujer se quitó la ropa, el rubor se apoderó del rostro del muchacho”, “El diputado admitió su responsabilidad sin rubor”.
El rubor como enrojecimiento del rostro
Puede decirse, en definitiva, que el rubor implica el enrojecimiento de la cara. Se trata de una reacción fisiológica ante una emoción, aunque los científicos no tienen en claro por qué se produce. Una teoría indica que el ser humano se ruboriza ya que la cooperación social le resulta muy importante: de este modo envía una señal como muestra de su sinceridad y honestidad.
A nivel orgánico, el rubor se produce por la dilatación de los vasos sanguíneos. De este modo, comienza a fluir más sangre por ellos y se hacen visibles en la piel, coloreando el rostro.
Un tipo de maquillaje
El rubor también es un tipo de maquillaje que se emplea para aportar color al rostro. Este producto suele ser un polvo que se aplica en las mejillas y en los pómulos para iluminar la piel o para homogeneizar las tonalidades que aparecen en el rostro. El rubor puede aplicarse directamente con los dedos, sobre todo cuando el producto se comercializa en formato de gel o de crema. En cambio, el tradicional rubor en polvo suele esparcirse por la piel con una brocha o un pincel.
Las personas usan rubor para mejorar el aspecto de su rostro, ya que este producto define mejor su estructura. Veamos a continuación algunas peculiaridades y consejos útiles:
- Por lo general, se debe aplicar el rubor antes del maquillaje de los labios y justo después del de los ojos, aunque también puede usarse al final. El objetivo del orden es conseguir un resultado más balanceado.
- Dos errores muy comunes son utilizar una tonalidad muy fuerte de rubor o bien aplicar una cantidad excesiva.
- El mejor color de rubor es el que coincida con el que muestra el rostro naturalmente al sonrojarse, y no el que se complemente con el del lápiz labial.
- Una aplicación estratégica puede conseguir atraer la atención de los demás a ciertos puntos del rostro, con la intención de desviarla de los defectos.
- Existe un pincel específico para la aplicación de rubor, y se vende en versión normal o angular. Se recomienda usar uno normal, pero no el que se incluye en la caja del rubor, sino uno comprado aparte, si es posible uno de los que usan maquilladores profesionales.
- El pincel debe tener un tamaño proporcional al del rostro, otra razón por la cual se aconseja comprar uno suelto.
Rubor asiático
Se conoce con el nombre de rubor asiático al que se produce como resultado de la ausencia de una enzima que actúa durante el metabolismo del alcohol. Según indican ciertos estudios, si después de haber bebido alguna bebida que contiene alcohol se ruborizan las mejillas, entonces puede existir un alto riesgo de sufrir cáncer de esófago.
El nombre de este fenómeno hace referencia a que un tercio de las personas asiáticas lo padece, ya que no posee la enzima antes mencionada, necesaria para destruir los ingredientes tóxicos del alcohol. Es importante señalar que el rubor asiático también pueden padecerlo individuos de otras etnias. A nivel mundial, se estima que el número de personas que carece de la enzima ronda los 540 millones; para identificarlas, los médicos no tienen más que preguntarles a todos sus pacientes si se sonrojan cuando beben alcohol, tras lo cual bastaría aconsejarles moderarse en el consumo para reducir el riesgo.