Un salvoconducto es un documento que concede un gobernante o una autoridad para que una persona pueda circular por una determinada región sin que le interrumpan el paso por algún motivo.
Los salvoconductos eran frecuentes en la antigüedad. Los monarcas los entregaban a sus emisarios para que estuvieran en condiciones de recorrer el reino con total libertad. Estos documentos, en ocasiones, también se entregaban a los monarcas de otros reinos para solicitar amparo y protección a aquel que contaba con el salvoconducto.
Un rey, de este modo, podía conceder un salvoconducto a un mercader para que pudiera transitar con libertad por el reino, llevando sus mercaderías sin que nadie le pudiese exigir el pago de un tributo o imponer otros requerimientos.
Salvoconductos en la actualidad
Actualmente algunos países también contemplan la posibilidad de conceder salvoconductos a determinados ciudadanos. Colombia, por ejemplo, entrega un salvoconducto a los extranjeros que, en una situación excepcional, necesitan quedarse en suelo nacional o partir del mismo.
En el caso de Colombia, el salvoconducto constituye un documento cuya validez es temporal. Es expedido por la Unidad Administrativa Especial Migración y permite a un individuo evitar una situación irregular en su permanencia en la nación, hasta que consiga resolver su estancia o su salida del territorio nacional.
El caso de Chile
En Chile, la persona que se muda tiene que solicitar un salvoconducto en una notaria. Dicho documento es imprescindible para cambiar de domicilio y debe dejar constancia tanto del domicilio que se abandona como del domicilio que será la nueva residencia del sujeto.
La solicitud del salvoconducto para cambiarse de casa se puede llevar a cabo en el registro civil o la notaría de la comuna de residencia y su validez tan sólo dura cinco días desde su extensión; es muy importante tener esto en cuenta para presentarlo a tiempo. Por otro lado, es obligatorio solicitarlo con un máximo de 24 horas antes del cambio de domicilio, otro punto a considerar para evitar problemas con la ley.
Hasta noviembre de 2007, la institución responsable de entregar el salvoconducto para mudanza en Chile era Carabineros de Chile (la policía uniformada, cuyo origen tuvo lugar en abril de 1927); sin embargo, desde entonces se debe solicitar en los organismos mencionados en el párrafo anterior. La ley exige la realización de una declaración jurada ante notario para dejar constancia de los detalles de la mudanza, algo que no es común en muchos otros países; en la misma también se debe verificar que el declarante no tenga impedimento contractual, judicial o legal para efectuar el cambio de domicilio.
Para la obtención de este salvoconducto es necesario contar con una lista bien definida de documentos. Los propietarios deben presentar:
- Una fotocopia de la escritura. En su defecto, tiene la opción de entregar un comprobante de pago de contribuciones o bien un título de dominio en el que figure su nombre.
- Su cédula de identidad.
- Los arrendatarios deben presentar un número bastante mayor de documentos, los cuales se detallan a continuación.
- Autorización del propietario por escrito, en la cual se debe dejar constancia del acuerdo con respecto al traslado.
- Fotocopia de la cédula de identidad del propietario.
- Fotocopia del contrato de alquiler.
- En el caso de los arrendatarios por corredor de propiedades, también deben contar con el oficio correspondiente (cabe señalar que en estos contratos existe un tercero que media entre ambas partes, propietario y arrendatario, y que recibe una comisión por su trabajo).
- El último recibo de alquiler, el correspondiente al mes anterior al momento de la mudanza.
- En edificios o condominios, también se vuelve necesario presentar un certificado que deje constancia de la ausencia de morosidad en los gastos comunes.
- Recibos de los servicios básicos, como ser agua y luz.