Secreción es un término que tiene su origen en el vocablo latino secretĭo. El concepto hace referencia al acto y la consecuencia de secretar.
El verbo secretar, por su parte, se emplea en el ámbito de la biología para nombrar a la acción que desarrollan las glándulas cuando expulsan ciertas sustancias que han elaborado.
Qué es una secreción
Una secreción, por lo tanto, puede ser el proceso que desarrolla un ser vivo para despedir de su organismo una sustancia. La noción también se emplea para nombrar a aquello que expulsa.
El proceso de secreción comienza en las células, cuando una sustancia deja el citoplasma a través de la exocitosis o de la ósmosis. Si la sustancia sale del organismo, se habla de una secreción exocrina, mientras que si la secreción queda en el interior del organismo, se trata de una secreción endocrina. En un sentido similar, se puede diferenciar entre las glándulas exocrinas y las glándulas endocrinas según el destino de las secreciones de cada glándula.
Algunos ejemplos
El sudor es un ejemplo de secreción exocrina. Se trata de un fluido, de composición similar a la que tiene la orina, que secreta la glándula sudorípara y que sale al exterior del organismo a través de los poros.
La oxitocina, la calcitonina, la insulina y la dopamina, en cambio, son algunos ejemplos de secreciones endocrinas. Estas sustancias son liberadas por glándulas que forman parte del denominado sistema endocrino, encargándose de segregar hormonas que cumplen con diversas funciones.
Secreción del pezón
Pueden darse muchos tipos de secreción y entre ellos se encuentra la del pezón, que viene a ser, como su propio nombre indica, cuando de esa zona del pecho surge un líquido. Muchas son las causas que pueden llevar a que la persona la sufra, no obstante, entre las más habituales están el encontrarse en estado, el haber llevado a cabo de manera reciente el proceso de la lactancia materna, el sufrir una infección, el estar tomando determinados medicamentos…
Esas situaciones planteadas vienen a dejar patente una secreción que puede ser considerada normal. No obstante, será necesario acudir al médico en el momento que se perciban síntomas como estos: el líquido sólo emana de un pezón, hay restos de sangre o aquel sale por sí solo, sin que se apriete el pecho. En estos casos será imprescindible pedir cita con el doctor porque, entre otras cosas, puede ser fruto de la existencia de un tumor.
Otros procesos de este tipo
También se puede dar lo que se conoce como secreción del oído. Por regla general, cuando esto se produce no hay que preocuparse ya que el líquido segregado suele ser cerumen. No obstante, si la misma tiene lugar con cierta frecuencia, hay presencia de sangre o aparece material con color amarillento o seco puede indicar situaciones graves como la rotura del tímpano, un eccema severo, una otitis severa o incluso una infección.
La secreción nasal, lo que sería mucosidad, o incluso la secreción vaginal son otros de los casos más habituales que experimenta cualquier persona y que pueden llegar a requerir asistencia médica.
Es importante tener en cuenta que las plantas y las bacterias también desarrollan secreciones que satisfacen diversas necesidades funcionales.