Sermón es un concepto de nuestro idioma que procede del vocablo latino sermo. De acuerdo a la primera acepción del término mencionada por el diccionario de la Real Academia Española (RAE), un sermón es una predicación que realiza un clérigo cristiano para enseñar algo a los fieles.
Cuando un sacerdote pronuncia un sermón, por lo tanto, pretende brindar una enseñanza vinculada a la doctrina religiosa. En la antigüedad, los sermones se compartían en latín aunque, con el tiempo, comenzaron a desarrollarse en otras lenguas.
El sermón como reto o recomendación
No obstante el concepto de sermón también se utiliza de una forma coloquial para referirse a los discursos, retos o recomendaciones que recibe alguien cuando no hace lo que se espera de él por parte de un adulto o alguien que tiene algún tipo de autoridad sobre él. Podríamos decir que se trata de un regaño o una reprimenda.
Algunas frases en las que podemos encontrar el concepto pueden ser: «Basta, papá, ya estoy grande para tus sermones», «Ahora prepárate: tendremos que escuchar el sermón de la profesora sobre por qué no hay que jugar al fútbol en el salón», «El jefe me dio un sermón porque llegué tarde a la reunión».
El sermón, en este sentido, se equipara a un reto y suele ser dado por una autoridad (un padre o tutor, una maestra, un jefe). Supongamos que un adolescente en lugar de ingresar al colegio en el horario de entrada decide quedarse paseando o haciendo cualquier cosa, desobedeciendo así las normas de sus padres. Cuando éstos descubran lo que ha hecho, probablemente le darán un sermón que gire en torno a la importancia de ser responsabilidad y cumplir con las obligaciones que nos corresponden; al mismo tiempo, es posible que se detengan en advertirle acerca de los peligros de estar en la calle sin que ningún adulto conocido sepa dónde se encuentra.
Una enseñanza cristiana
De acuerdo a la tradición cristiana, el propio Jesucristo pronunciaba sermones. Uno de los sermones más conocidos que pronunció Jesús es el Sermón de la Montaña, también conocido como el Sermón del Monte, debido a que fue pronunciado en la ladera de una colina que se hallaba en el camino a Cafarnaúm. Esta homilía se encuentra recogida en el Evangelio según San Mateo.
En la religión católica el Sermón de la Montaña reúne las reglas de oro del comportamiento cristiano; todo lo que se dice en esa homilía podría considerarse las disciplinas principales a seguir por aquellos que desean seguir el camino de Cristo. Incluso muchas otras religiones, como el budismo, tomaron las bases fundamentales de este sermón para establecer los pilares de sus creencias.
Entre las enseñanzas que Jesús dictó esa tarde a sus discípulos y al amplio público que se reunió a escucharlo se destacan las Bienaventuranzas y el Padrenuestro.
Las Bienaventuranzas son un tipo de género literario muy presente en la Biblia, con miles de ejemplos, que se construye a modo de sentencia de felicitación hacia aquellas personas que por obrar de una determinada manera se acercan al buen camino; el final de cada bienaventuranza es la promesa de algo que recibirán a cambio de mano de Dios por su conducta intachable.
En el caso del Sermón de la Montaña, las Bienaventuranzas consisten en una serie de enseñanzas sobre espiritualidad, humildad y compasión hacia el prójimo basados en un comportamiento pacífico. Pobres, mansos, misericordiosos, puros de corazón, son algunos de los beneficiados con el reino de los cielos y la providencia divina. Este sermón concluye con el Padrenuestro; una oración para conversar con Dios desde la humildad y solicitar su perdón y su protección divina.