Sistema abierto es un concepto que se emplea en el ámbito de la informática. Se conoce como sistema a un módulo ordenado compuesto por elementos que interactúan entre sí y están intervinculados. El vocablo, de todas maneras, puede referirse además a un grupo de nociones o de objetos concretos (es decir, físicos).
A partir de esta palabra se ha formado la idea de sistema abierto, la cual suele asociarse específicamente a los sistemas informáticos. Se trata de estructuras sobre las cuales puede aplicarse la portabilidad y el carácter de interoperabilidad (distintos software pueden operar de manera simultánea).
Estos sistemas, según los expertos, utilizan estándares abiertos. Por otra parte, el concepto puede hacer referencia a los sistemas que permiten el acceso libre y sin restricciones por parte de personas u otros sistemas.
Origen de los sistemas abiertos
La idea de sistema abierto en el campo de la informática se desarrolló a fines de 1970 e inicios de la década del ’80, con el avance de Unix. Este tipo de sistemas presentaba interfaces de programación e interconexiones periféricas estandarizadas, lo que promovía el desarrollo de software y hardware por parte de terceros.
Es importante distinguir entre un sistema abierto y un software de código abierto, ya que el segundo se refiere a los programas informáticos que pueden ser manipulados y modificados por los usuarios. Esta particularidad no implica que sean interoperables con el resto de los sistemas.
Un estándar
Cabe destacar, asimismo, que un estándar abierto constituye una especificación pública que permite desarrollar una tarea en particular. Dicha especificación, establecen los especialistas, exige haber sido alcanzada tras un proceso disponible a nivel general y debe poder ser utilizada sin el pago de regalías.
El acceso y promoción del estándar permite la compatibilidad e interoperabilidad entre diferentes componentes de hardware y software, ya que sólo se requieren conocimientos técnicos para construir nuevos productos.
Sistema abierto en la física y la química
Además de todo lo expuesto podemos establecer que empleamos de igual manera el término de sistema abierto en el campo de la física y de la química. En concreto, en ambos ámbitos se utiliza aquel para definir a un sistema que lleva a cabo una interrelación con otros agentes químicos diferentes, es decir, con un conjunto de elementos que le son totalmente externos.
De la misma forma, hay que subrayar que este concepto que ahora nos ocupa también se emplea para definir a un tipo concreto de sistema termodinámico que es aquella parte del universo en sí que se separa o aísla del resto para llevar a cabo su estudio y análisis exhaustivo.
En este sentido, podemos establecer que un sistema termodinámico de tipo abierto es aquel que se caracteriza porque supone una serie de intercambios de energía y de materia con lo que es el exterior. Así, por ejemplo, un claro ejemplo de este clase de sistema es un coche ya que experimenta ese cambio de materia cuando es cargado de gasolina por el ser humano y también tiene intercambio de energía cuando su motor desprende calor al ponerse en funcionamiento.
En contraposición a aquel se encuentran el sistema cerrado, que es aquel en el que se produce sólo intercambio de energía con el exterior, y también el sistema aislado. Este último en concreto es aquel en el que no se produce ningún tipo de intercambio con el entorno, ni de tipo energético ni material.