Los sustantivos son términos que, en una oración, pueden actuar como sujeto. Se trata, por lo tanto, de los nombres que hacen referencia a un ser o a un objeto. Colectivo, por su parte, es un adjetivo que califica a lo que forma parte o está vinculado a un grupo de individuos.
Los sustantivos colectivos tienen una particularidad: son aquellos que, en su forma singular, aluden a un conjunto de ejemplares. Esto los diferencia de los sustantivos individuales, que sólo refieren a un ser u objeto.
Funcionamiento de los sustantivos colectivos
Veamos cómo funcionan los sustantivos colectivos. «Pez» es un sustantivo común e individual, que refiere a un cierto animal. El conjunto de «peces» se conoce como «cardumen»: un sustantivo colectivo. De este modo, si alguien informa que «hay un cardumen frente a la costa», estará haciendo referencia a que un grupo de peces se encuentra en un determinado lugar costero.
Cabe destacar que los sustantivos colectivos también pueden expresarse en plural: «Hay varios cardúmenes frente a la costa». En este caso, la expresión revela la presencia de más de un grupo de peces.
Una «jauría«, por otra parte, es un conjunto de «perros». De este modo, es posible decir «Un grupo de perros rompió la alambrada y atacó a las vacas» o «Una jauría rompió la alambrada y atacó a las vacas», de forma indistinta.
Es importante tener en cuenta que los sustantivos colectivos no siempre refieren a seres vivos. «Caserío» (una agrupación de casas), «archipiélago» (grupo de islas) y «dentadura» (conjunto de dientes) también son sustantivos colectivos.
Su uso cotidiano
El sustantivo colectivo es un componente muy importante de la lengua española, aunque lamentablemente esto no se refleja en la frecuencia con la cual lo usamos al hablar; la razón principal es que no resulta fácil memorizar este tipo de palabra, ya que no suele guardar ningún parecido con el sustantivo individual al que hace referencia (cardumen, jauría y archipiélago no se parecen a pez, perro e isla, por ejemplo).
Pero, ¿por qué los sustantivos colectivos no suelen parecerse a sus correspondientes individuales? La respuesta es muy sencilla: por su etimología. Tomemos el caso de isla y archipiélago, dos términos que sirven para señalar esta diferencia con mucha claridad. La primera proviene del vocablo latino insula, el cual también nos ha dado «insulina» y «aislar», y se define como un trozo de tierra separado del continente por medio de agua.
Su sustantivo colectivo, en cambio, proviene de la fusión de dos términos griegos, los correspondientes a «superior» y «mar». En sus referencias más antiguas, que datan del año 1268, halladas en documentos latinos, lo vemos en referencia al mar Egeo, dado que su traducción por entonces era «mar principal»; tres siglos más tarde, ya en nuestra lengua, podemos apreciar su uso para denotar un «conjunto de islas».
Sustantivos colectivos: resumen y precisión
Evitar el sustantivo colectivo afecta la calidad de nuestra comunicación oral, caracterizada por lo general por un exceso de palabras y una falta de concisión: mientras que con ayuda de un sustantivo colectivo podemos resumir varios términos en uno y comunicar con precisión un concepto, si recurrimos a una definición improvisada del mismo podemos acabar por ensuciar el mensaje con aclaraciones innecesarias, además de disminuir el impacto que cause en el interlocutor.
Pero detrás de la escasez con la que encontramos el sustantivo colectivo en el habla cotidiana es posible que se esconda otro factor, además de la falta de conocimiento de cada término en particular: la vergüenza. Aunque cueste aceptarlo, muchas personas temen usar ciertas palabras o estructuras al comunicarse con sus amigos, por miedo a que las consideren soberbias, a que piensen que creen saber más que ellos o tener un nivel intelectual muy superior.