Definición de

Tejido óseo

Radiografía

El tejido óseo brinda rigidez a los huesos.

El tejido óseo es el componente de los huesos. Se trata de un conjunto de células con extensas prolongaciones y materia orgánica, que presenta sales de calcio. Este elemento es el que otorga la rigidez y la resistencia a los huesos.

Asimismo no podemos olvidar tampoco que el tejido óseo está considerado como el que se encarga no sólo de dotarle de sostén a los animales vertebrados sino también de conseguir protegerles.

Un tejido es, para la anatomía, la botánica y la zoología, una agrupación de células que actúan de forma coordinada y tienen ciertas características en común. Óseo, por su parte, es aquello vinculado a los huesos (los elementos de gran dureza que forman parte del esqueleto de los seres vertebrados).

Características del tejido óseo

El tejido óseo forma parte del tejido conectivo especializado. Cabe destacar que la noción de tejido conectivo refiere a los tejidos que le brindan sostén al organismo y que posibilitan la integración de sus diferentes sistemas.

El tejido óseo está compuesto por laminillas que forman osteonas. La unión de las laminillas, por su parte, se produce mediante una matriz calcificada que alberga los osteocitos (las células óseas). Hay que saber, además, que el osteocito, que tiene forma de pipas de calabaza, se puede presentar en tres formatos diferentes: osteocito formativo, osteocito latente y osteocito resortivo.

Además de los osteocitos, también existen otras células óseas, como los osteoclastos (que eliminan o reabsorben la materia ósea) y los osteoblastos (que se encargan de formar el nuevo tejido óseo).

Pieza ósea

El tejido óseo integra el tejido conectivo especializado.

Diferentes estructuras

En la estructura del tejido óseo, por otro lado, puede diferenciarse entre el tejido denso (también llamado compacto) y el tejido areolar (esponjoso). El tejido denso está presente en la capa exterior de los huesos más largos y en diferentes regiones de los huesos cortos. El tejido areolar, por su parte, ocupa la mayor parte de los huesos planos y cortos.

Otros datos de interés que merece la pena conocer acerca de estos dos tipos de tejido óseo son las siguientes:

  • El compacto se identifica por ser duro a la par que frágil e incluso por tener una notable densidad. Gracias a su labor lo que se logra es que los huesos no se puedan astillar ni romper con mucha facilidad.
  • El esponjoso, por otra parte, es el que se encarga de formar la epífisis en lo que son los huesos largos. Su función principal no es otra que ejercer de estructura que otorgue rigidez y un soporte notable en los huesos, concretamente en lo que es el hueso compacto.

La osificación para la creación del tejido óseo

Interesante es también el hecho de que el tejido conjuntivo se puede transformar dando lugar al tejido óseo. Y eso es algo que se realiza mediante un proceso que responde al nombre de osificación y que es fruto de procesos celulares, vasculares o intercelulares. Una osificación que puede ser fundamentalmente de dos tipos:

  • Osificación endocondral, que tiene lugar cuando los huesos crecen a lo largo.
  • Osificación intramembranosa, que es la que se produce en torno a los huesos que carecen de una función estructural.
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Cómo citar este artículo Publicado por Julián Pérez Porto y María Merino. Actualizado el 3 de mayo de 2024. Tejido óseo - Qué es, definición, características y estructura. Disponible en https://definicion.de/tejido-oseo/
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