La toxicomanía es una dependencia patológica a una o más drogas.
La toxicomanía es una práctica patológica que consiste en intoxicarse con drogas para eliminar el dolor o generar sensaciones placenteras. Se trata de un hábito con consecuencias nocivas para la salud.
TemasDependencia patológica
El término suele vincularse a la drogadicción (es decir, la adicción a una o más drogas) y a la drogodependencia (el consumo de drogas que la persona, por su adicción, no logra controlar ni evitar). Con la toxicomanía, el sujeto tampoco consigue prescindir con facilidad del uso de estupefacientes ya que registra una dependencia psicológica y, en ocasiones, también fisiológica.
El uso de sustancias para alterar la conciencia y desarrollar experiencias sensitivas novedosas es muy antiguo. Mientras que tiempo atrás no se consideraba la toxicomanía como un trastorno o un inconveniente para la sociedad, en la era contemporánea se toma a este hábito como un problema social con múltiples consecuencias.
Si bien es habitual que se asocie la idea de droga con sustancias ilegales como la cocaína o la heroína, la toxicomanía también puede desarrollarse con productos de venta legal como el alcohol. Por eso, para minimizar los casos de drogadicción, no alcanza con hacer uso de mecanismos judiciales o policiales, sino que también se debe trabajar en la concientización y en la educación.
Prevención de toxicomanía
Sabemos que la clave para crear un mundo mejor es educar a los más pequeños desde el primer día en las buenas costumbres y los valores. Si criamos a los niños en la compasión, la responsabilidad, la empatía, por ejemplo, seguramente reduzcamos al mínimo la posibilidad de violencia en el futuro, mucho más que si simplemente nos dedicamos a luchar contra los adultos que la practican día a día. La adicción a las drogas es en principio una forma de autoviolencia, pero no debemos dejar de mencionar que muchos individuos también hacen daño a los demás cuando se encuentran bajo los efectos de algunas sustancias, o bien con el objetivo de conseguir dinero para comprar más.
¿Cómo enseñarle a un niño o a un adolescente que la toxicomanía puede arruinar su vida? De nada sirve imponer una prohibición sin mayores explicaciones, ya que este tipo de medidas suelen conducir al incumplimiento de las reglas, tarde o temprano. Un buen argumento puede ser que la vida es mejor sin la adicción, presentándoles a los oyentes diversas historias de cada mundo, tanto de la destrucción que suelen acarrear las drogas como del control sobre las propias acciones que nos permiten los buenos hábitos.
Pero la prevención no debe limitarse a la educación en torno a las drogas y sus efectos nocivos, sino que debe complementarse con una crianza basada en una serie de herramientas para que los niños se vuelvan seres fuertes, determinados, responsables, consecuentes con sus actos y seguros de sí mismos. Es fundamental enseñarles a decir que no, a rechazar las drogas más allá de explicarles las consecuencias de su consumo.
Debemos enseñarles a los niños a «decir que no».
Calidad de vida
Es importante mencionar que, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), una droga es una sustancia que, una vez introducida en el organismo, incide en el funcionamiento del sistema nervioso central, causando cambios psicológicos y/o físicos que pueden alterar el comportamiento del individuo y provocar dependencia. Quien está inmerso en la toxicomanía, por lo tanto, no está en condiciones de dejar la droga por sí mismo para recuperar su vida normal.
Una adicción puede deteriorar considerablemente la calidad de vida, comenzando por poner en riesgo la situación estudiantil o laboral, y luego destruyendo las relaciones interpersonales, ya sea la pareja, los hijos, los amigos o incluso los lazos con los padres. Dicho de otra manera, la toxicomanía puede despojarnos de todo, lo más y lo menos importante, de manera que ninguna medida es exagerada para combatirla y prevenirla.
