Turbulencia es la condición de aquello que es turbulento (desordenado, agitado o turbio). El concepto, que deriva del latín turbulentĭa, suele emplearse con referencia al efecto que las corrientes de aire ejercen sobre una aeronave.
Puede decirse que un avión atraviesa una zona de turbulencias o que sufre una turbulencia cuando se mueve violentamente por las modificaciones de velocidad y de dirección de las corrientes de aire. Aunque el fenómeno es temido por muchas personas, las aeronaves actuales tienen la capacidad de soportar sin problemas estas acciones de la naturaleza.
Causas de turbulencias
Estas turbulencias pueden tener diferentes orígenes. La turbulencia aparece cuando el movimiento de las partículas de aire resulta desordenado y se generan remolinos o torbellinos.
La causa de este fenómeno pueden ser las nubes que se desarrollan en sentido vertical o el cambio brusco de la velocidad y la dirección del viento, por citar dos posibilidades.
El rol de los pilotos
Hay que saber que algunas zonas aéreas están catalogadas como muy turbulentas debido a la meteorología ya que cuentan con cinturones intertropicales o son habituales las tormentas. Se establece que entre esos lugares con más turbulencias están la zona del Amazonas, Ecuador, los Pirineos y los Alpes.
Precisamente para evitar pasar por estos espacios conflictivos los pilotos, a la hora de crear el plan de vuelo, cuentan en su poder con varias herramientas que les ayudan: disponen de la información de ayuda que les otorgan los controladores aéreos, la que les dan los satélites meteorológicos y también incluso lo que son los propios radares de los aviones que disponen de sensores que otorgan datos sobre las condiciones climatológicas.
Los pasajeros y las turbulencias
Las turbulencias más intensas hacen que un avión modifique su altitud y su velocidad. Por eso en el interior se siente que la aeronave se “sacude” y que los objetos se mueven. Además caminar por el pasillo resulta imposible.
Asimismo, no hay que olvidar que, a raíz del avance de lo que es la tecnología, se ha apostado por introducir en algunos aviones más modernos un singular dispositivo que se conoce como “modo turbulencia”. Se trata de un dispositivo que tiene como función principal conseguir que el pasajero sienta las menores turbulencias posibles en su asiento cuando las mismas tienen lugar.
Cuando se viaja en avión y se hace frente a una racha de turbulencias, lo más aconsejable es sentarse en el asiento correspondiente, abrocharse el cinturón de seguridad y evitar tener en los alrededores objetos que estén sueltos y que, debido a esos vaivenes, puedan acabar golpeando a alguien.
Otros usos de la noción
La noción de turbulencia también puede mencionar la agitación del agua o de otros fluidos. Por ejemplo: “Navegar esta mañana es una actividad de alto riesgo por la turbulencia del agua”, “Cuando la salsa hirvió, la turbulencia hizo que se saliera la tapa de la olla”, “La turbulencia me arrojó de la canoa”.
Turbulencia, por último, puede vincularse al desconcierto o al desorden: “La renuncia del intendente generó algunas turbulencias, pero pronto recuperaremos el funcionamiento normal del municipio”.