El turismo cultural propicia el acercamiento entre culturas, el desarrollo productivo/económico y el acercamiento a atractivos y patrimonios vinculados a la historia y al arte.
Turismo cultural es la denominación que recibe una modalidad temática que numerosos viajeros eligen al momento de planificar y disfrutar una travesía. Se trata de una alternativa turística que hace foco en el patrimonio cultural y los atractivos artísticos de una determinada ciudad o región.
Así como hay personas que priorizan los destinos de mar y playa al organizar unas vacaciones y otra gente prefiere ya sea el turismo de reuniones o el llamado turismo de salud, son muchos los individuos de diversas edades que se deleitan al recorrer museos, visitar galerías de arte o al apreciar monumentos históricos.
Cabe destacar que, al igual que el resto de las especialidades de viaje, el turismo cultural es una destacada fuente de generación de empleo, motoriza emprendimientos o eventos que suman valor agregado a una zona puntual o a un centro histórico y, en este marco, es un factor clave y necesario para el crecimiento económico de pueblos y urbes.
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ResumenCaracterísticas del turismo cultural
El turismo cultural se caracteriza por brindar planes de esparcimiento, recreación y aprendizaje vinculados al rescate de tradiciones, la difusión de señas de identidad de un sitio y a la valoración de costumbres, cocina tradicional, arquitectura histórica, rituales y ceremonias, entre otras cuestiones.
Gracias a esta clase de vivencias turísticas se facilita el descubrimiento de distintas culturas y surge un deseo genuino por comprender, respetar y hasta admirar incontables manifestaciones culturales en las cuales aflora la esencia de un pueblo. Son de interés turístico los carnavales, las rutas temáticas, las aldeas tradicionales y los establecimientos o entornos empleados como ambientación de relatos, canciones o largometrajes, sin perder de vista la fascinación que despiertan en sujetos de diversas edades y nacionalidades los castillos, las ruinas antiguas, las casas históricas y los sitios del patrimonio mundial de la UNESCO.
Es usual, por otra parte, que, siempre que sea posible, se elija alojamiento en casas de familia para abaratar costos y profundizar la experiencia al tener un trato cotidiano con habitantes locales compartiendo con ellos su día a día, más allá de destinar tiempo a paseos por áreas relevantes.
Muchos festivales culturales reúnen a una gran cantidad de asistentes por el prestigio que cosecharon a nivel internacional, su espíritu pintoresco o la programación de primer nivel que ofrecen.
Importancia
El turismo cultural es tan importante como lo es cada una de las categorías propias de la industria turística.
A través de él se consigue visualizar y revitalizar territorios, generar trabajo y se observa un impacto económico sumamente beneficioso para la subsistencia y la evolución de cada pueblo, municipio, provincia y país.
Es ideal que, cualquiera sea el tipo de viaje emprendido, tanto empresas, visitantes y lugareños garanticen el desarrollo de hábitos positivos y buenas prácticas en cuanto a conservación y cuidado del medioambiente. Resulta imprescindible para ello insistir, en este caso, con la educación ambiental y las campañas de sensibilización en pos de concientizar a la sociedad para que haya un compromiso individual y colectivo con la preservación de los patrimonios o atractivos y se puedan consolidar, de igual modo, los principios de sostenibilidad en el turismo cultural.
Así como no hay dudas respecto a las ventajas que brinda el turismo cultural, existen ciertas desventajas o aspectos no tan favorables vinculados a él. Pueden sucederse, en concreto, desde fenómenos de aculturación o desculturación hasta un aprovechamiento comercial o explotación inapropiada/exagerada de prácticas o riquezas autóctonas que terminen opacando su verdadero valor o significado.
Los monumentos, las esculturas, los museos, las librerías antiguas y los teatros, entre otros, están considerados como atractivos turísticos de carácter cultural.
Tipos de turismo cultural
Dentro del conjunto de turismo cultural es posible diferenciar varios subgrupos en función de las actividades, excursiones o propuestas que engloban. No se puede pasar por alto, de todas maneras, que una amplia variedad de clases de turismo se encuentran enlazadas, teniendo así varias coincidencias.
Se selecciona un programa de turismo religioso, por indicar una opción, cuando la intención es entrar en contacto con la cultura local y la comunidad de un cierto territorio teniendo a un credo como punto de partida. En este contexto hay a disposición recorridos por rutas espirituales, acceso a lugares sagrados, participación en peregrinaciones y visitas a, según cada caso, mezquitas, sinagogas, iglesias o templos.
El turismo literario, en tanto, pretende satisfacer la curiosidad en materia cultural de aquellos que encuentran placenteros los acontecimientos de literatura y poesía. Para su satisfacción, hay en el mundo múltiples recorridos literarios, ferias de libros, recitales poéticos, jornadas de cuentacuentos e itinerarios que contemplan el paso por librerías o bibliotecas antiguas.
Siguiendo por la senda del arte, vale resaltar que hay programaciones encantadoras a escala mundial pensadas para seducir a viajeros que priorizan la asistencia a conciertos de música clásica, festivales culturales, teatros, clubes de jazz y blues, etc. También son muy recomendables para este perfil de turista los espectáculos de danza tradicional y las muestras de pintura y escultura, así como las fiestas populares amenizadas con bailes típicos y música folclórica.
Tampoco se puede dejar de mencionar que hay paquetes turísticos que incluyen hospedaje temático, tours gastronómicos y traslados a mercados artesanales, por enumerar tres posibilidades.
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