Un ventilador es un dispositivo que impulsa y mueve el aire gracias al giro de aspas. Estos aparatos se usan para ventilar ambientes, desplazar gases y refrigerar distintos elementos.
Dispersa el aire
Lo que hacen los ventiladores es dispersar el aire. De este modo contribuyen a refrescar una habitación. La rotación de las aspas, en tanto, es posible gracias a la presencia de un motor, alimentando por lo general mediante energía eléctrica.
En un hogar es posible recurrir a diferentes tipos de ventiladores. Los ventiladores de piso son portátiles y se apoyan sobre la superficie. Estos equipos son muy populares ya que no requieren instalación y pueden trasladarse por la casa sin inconvenientes.
Los ventiladores de techo, en cambio, deben ser instalados por un profesional. Como su nombre lo indica, se fijan en el techo, disipando el aire desde el sector superior del ambiente. Al utilizar el espacio aéreo, son ideales para lugares de dimensiones reducidas.
También existen los ventiladores personales. Estas máquinas de tamaño pequeño pueden conectarse a la computadora (ordenador) a través del puerto USB o llevar baterías, según el modelo.
Un electrodoméstico versátil
Como se menciona más arriba, el ventilador es un producto que se comercializa en diferentes formas y tamaños, cada una con sus ventajas y desventajas dependiendo de las necesidades del consumidor. Para escoger el más adecuado debemos partir por analizar nuestras expectativas y el espacio disponible en el ambiente en el que deseamos colocarlo o instalarlo.
Si vivimos en una zona con veranos excesivamente calurosos y queremos contrarrestar la temperatura natural, entonces nos conviene un ventilador grande y potente. En este caso podemos optar también por instalar ventiladores de techo en las habitaciones donde más tiempo pasamos al día. Nótese que en las oficinas también es posible cualquier opción, aunque el de techo es más conveniente para dejar libre el paso entre los escritorios.
Sobra decir que cuanto mayor sean el tamaño y la potencia, también lo será el precio. Pero dado que se trata de un electrodoméstico que suele durar muchos años, la inversión económica se justifica. Por otro lado se encuentran quienes desean simplemente una brisa que los refresque, pero que no sea tan potente como para calmar el calor de un verano tropical; para ellos basta con un ventilador de piso o de mesa mediano o pequeño, que cuesta menos dinero y pueden llevarlo por la casa sin problema.
Más sano que el aire acondicionado
Es sabido que el aire acondicionado tiene varios efectos negativos en la salud, aunque esto no se vea reflejado en su popularidad. Por ejemplo, provoca una mayor deshidratación del aire, lo que repercute negativamente en nuestro organismo. La falta de hidratación también genera dolores de cabeza.
Si a todo esto le sumamos los problemas respiratorios y los dolores de garganta, queda claro que el aire acondicionado no es una buena opción para refrescar el ambiente. El ventilador, en cambio, se limita a mover el aire a una mayor velocidad. Si bien es innegable que afecta las condiciones naturales de nuestras habitaciones, al menos nos permite mantener las ventanas abiertas para favorecer la circulación.
Ventilador mecánico
Un respirador artificial o ventilador mecánico, por otra parte, es un aparato que reemplaza la ventilación pulmonar de una persona que padece una insuficiencia respiratoria. Así, cuando un sujeto no está en condiciones de respirar espontáneamente con normalidad, puede contar con la asistencia de un ventilador mecánico.
Lo habitual es que los ventiladores mecánicos se encuentren en las unidades de terapia intensiva de los hospitales. Además puede haber ventiladores mecánicos en casas de individuos con internación domiciliaria y en ambulancias dedicadas a traslados de emergencia.