Ágape

Ágape es un término que procede del latín agăpe, aunque su origen etimológico más lejano nos lleva a un vocablo griego que puede traducirse como “amor” o “afecto”. En concreto, podemos determinar que emana de agápē, que se usaba para referirse al amor universal o amor a la humanidad, a diferencia del amor personal.

Así, por ejemplo, en la Antigüedad muchos fueron los filósofos griegos que emplearon esa palabra para referirse al amor que se profesa tanto a la pareja como a los padres o a los hijos. Entre aquellos se encontraba Platón.

Hay que resaltar además que agápē se presentaba en contraposición a otro término importante: eros, que venía a referirse a un amor con más condicionamiento sexual.

El término ágape en la actualidad

El término actual se utiliza para nombrar a la comida fraternal, de carácter religioso, que llevaban a cabo los primeros cristianos para fortalecer sus vínculos.

Por extensión, hoy se entiende como ágape a aquel banquete que se organiza con la voluntad de celebrar algún acontecimiento o de agasajar a algún invitado. Por ejemplo: “Tenemos el agrado de invitarlo a usted y a su familia a participar del ágape en honor al Excelentísimo Embajador de la República, Sr. Roberto López Cahito”, “La ceremonia fue sencilla y consistió de un pequeño ágape que congregó a los asistentes”, “Agradezco su propuesta, pero prefiero no participar del ágape”, “Todos disfrutamos del ágape y bailamos hasta el amanecer”.

Su organización

Organizar un ágape no es una tarea nada sencilla. Requiere cuidar un importante número de detalles para así conseguir que el mismo sea óptimo y que los asistentes se sientan a gusto:

• En materia de menú, hay que tener en cuenta que los platos más delicados tienen que estar en primer lugar y antes que los más fuertes.
• No se debe repetir nunca la guarnición ni la salsa en varios platos.
• Es necesario cuidar al milímetro la elección tanto de la decoración del lugar como de la mesa o mesas.

El objetivo de un ágape de este tipo suele ser una celebración o un homenaje. La finalidad es que tanto los anfitriones como los invitados compartan un buen momento. Además de todo lo que tiene que ver con la comida, es habitual que se contemplen propuestas de entretenimiento o artísticas, como la presentación de músicos en vivo.

Los ágapes en la religión

En el sentido histórico y religioso del concepto, como ya indicábamos, el ágape buscaba favorecer la unión entre los cristianos y fomentar la fraternidad que destruía la desigualdad social.

Hay que destacar que los primeros cristianos vivían en comunidad y se consideraban como hermanos: al ir creciendo el grupo, los ágapes adquirieron mayor relevancia para mantener esa unión.

Puede entenderse a aquel ágape como una comida de caridad. La idea era estrechar los lazos entre los miembros de la comunidad, dejando de lado las diferencias.

En estos ágapes del cristianismo se promovía la benevolencia, la generosidad, la compasión y el altruismo, entre otras virtudes. No queda claro si la comunión de la Eucaristía se llevaba a cabo con anterioridad a la comida o una vez que ésta concluía. Se estima que, tal como se cree que hacía Jesucristo con sus discípulos, se comulgaba después de comer.