La palabra alcaparra tuvo un largo recorrido etimológico antes de llegar a nuestra lengua. Proviene del árabe hispánico alkappárra, a su vez derivado del latín cappăris. Este vocablo latino, en tanto, encuentra su origen en el griego kápparis.
Se denomina alcaparra a una planta que pertenece al grupo familiar de las caparidáceas. De nombre científico Capparis spinosa, se trata de una mata ya que presenta un tallo leñoso y no alcanza una gran altura.
Características de las alcaparras
Como el resto de los vegetales que integran el conjunto de las caparidáceas, la alcaparra es fanerógama (sus órganos reproductivos pueden verse a modo de flor), angiosperma (sus carpelos componen un ovario que contiene los óvulos) y dicotiledónea (su embrión dispone de dos cotiledones). Por otra parte, la clasificación como caparidácea indica que la alcaparra carece de látex.
Aunque existen variedades de las alcaparras, habitualmente su altura no trasciende los cincuenta centímetros. Cuentan con hojas simples y alternas, ramas con estípulas puntiagudas y flores cuyas anteras son violetas y sus pétalos, rosas o blanquecinos.
Su crecimiento se da en regiones áridas y de clima cálido. Se la suele encontrar en áreas de África, Asia, América del Sur y Australia.
Partes que se utilizan
Distintas partes de la alcaparra son aprovechadas por el ser humano. Desde la raíz hasta el fruto, pasando por su corteza y sobre todo los botones o capullos de sus flores, sus diferentes órganos y sectores se emplean en múltiples cuestiones.
El fruto de la alcaparra recibe el nombre de alcaparrón. Esta baya, similar al higo en cuanto a su forma, es carnosa y puede consumirse encurtida (o sea, como conserva en vinagre). Los tallos, previamente a la aparición de las flores, también se suelen encurtir.
La recolección de los alcaparrones se realiza antes de su madurez y el encurtido se lleva a cabo con sal y vinagre. En cuanto a los capullos florales, se usan principalmente como aderezo o como aperitivo.
Recetas con alcaparras
Existen muchas recetas populares que se preparan con alcaparras. Entre ellas, se destaca la famosa salsa tártara. Típica de la gastronomía francesa, suele llevar alcaparras, rábano, cebolla, aceitunas, mostaza y mayonesa.
La hallaca, por otro lado, es un tamal venezolano. A una masa preparada con harina de maíz se la rellena con carne, alcaparras, cebolla y otros productos y luego se la envuelve con hojas de plátano.
La tapenade, en tanto, es una pasta provenzal que se desarrolla con anchoas y alcaparras, las cuales se machacan en aceite de oliva. En ocasiones, se opta por sumar atún, hierbas, ajo y otros ingredientes.
Cabe resaltar que, en el territorio argentino y en algunas regiones de Italia, las alcaparras están presentes en el vitel toné. Consiste en carne vacuna que se hierve y luego se sirve, ya fría, con una salsa hecha con alcaparras, atún, anchoas, mayonesa y vinagre. El vitel toné es un plato típico de la época navideña.
Propiedades que se le atribuyen
La alcaparra no suele ser mencionada como una planta medicinal. Sin embargo, muchas veces se le reconocen ciertas propiedades beneficiosas para el organismo.
En este marco, suele indicarse que la alcaparra tiene componentes depurativos, diuréticos, expectorantes y astringentes. Se destina, por ejemplo, al tratamiento de aftas en la boca. De todas maneras, es imprescindible consultar a un profesional de la medicina antes de apelar a cualquier tipo de elemento con la intención de incidir en la salud.