Un amparo es un recurso que apunta a proteger los derechos constitucionales de las personas.
Se llama amparo al acto y resultado de ampararse o amparar. Este verbo, que procede del vocablo latino anteparāre, alude a cuidar, resguardar o beneficiar. Por ejemplo: “Cuando fallecieron mis padres, quedé al amparo de mis abuelos maternos”, “Mira ese perro que está bajo la lluvia: deberíamos darle amparo en casa”, “Los refugiados sirios tendrían que recibir el amparo de los países europeos”.
Dentro del grupo de expresiones que incluyen esta palabra, una de las más comunes es al amparo de, y puede apreciarse en el primero de los ejemplos del párrafo anterior. Sin embargo, es importante señalar que también puede decirse bajo el amparo de, aunque no aparezca con tanta frecuencia como la primera.
Resulta interesante pensar que la palabra amparo no sólo haga referencia a la protección que alguien o una ley pueda brindarnos, sino a las mismas personas que nos la brindan. De este modo, podemos usarla como sinónimo de «refugio«: «Mis amigos han sido mi amparo en estos tiempos difíciles» o «En mi infancia, los libros fueron mi amparo contra la violencia que se vivía en mi casa».
TemasRecurso de amparo
El uso más habitual del concepto aparece en el plano judicial. Un recurso de amparo, mencionado muchas veces simplemente como amparo, es una acción que contemplan diversas Constituciones y que permite a una persona recurrir a un alto tribunal cuando considera que sus derechos no fueron respetados o protegidos por otros tribunales.
Los recursos de amparo, de este modo, permiten salvaguardar los derechos constitucionales de los individuos. Además protegen los principios de la Constitución ante eventuales violaciones por parte de organismos judiciales o incluso de contradicciones generadas por ciertas normas.
Hay distintas perspectivas técnicas sobre la naturaleza del recurso de amparo.
Ejemplo de esta acción judicial
Supongamos que un futbolista es sancionado por el Tribunal de Disciplina del torneo que disputa después de confirmarse, a través de una prueba antidoping, que jugó un partido bajo los efectos de un estupefaciente.
El deportista, ante esta situación, presenta un recurso de amparo en la Justicia alegando que están coartando su derecho a trabajar y resaltando que consumió una droga social que no brinda ventajas deportivas. La Corte Suprema, de este modo, da lugar al amparo y obliga al Tribunal de Disciplina a permitir que el jugador continúe en actividad.
Otras denominaciones del amparo
Como ocurre con cualquier término técnico, el recurso de amparo recibe nombres diferentes, según el país de habla hispana.
En Colombia, por ejemplo, se conoce como acción de tutela, mientras que en Venezuela, Perú, Bolivia y Ecuador se denomina acción de amparo. Esto no siempre ha sido así, ya que en Bolivia solía llamarse recurso de amparo, pero el nombre fue reemplazado con el tiempo.
Diversas miradas
Según la perspectiva jurídica, los estudiosos tienen diferentes opiniones acerca de este concepto.
Por ejemplo, hay quienes rechazan la idea de que sea considerado un recurso, ya que en tal caso debería plantearse en el interior de un proceso, en lugar de buscar proteger los derechos de las personas, como sucede con el recurso de amparo. Si fuera un recurso, entonces se usaría para corregir ciertos procedimientos inadecuados o bien para interpretar de forma correcta las normas vigentes en el contexto de un juicio.
Amparo como nombre femenino
Cabe destacar, por último, que Amparo es un nombre de mujer que se utiliza en España y en varios países latinoamericanos. La actriz chilena Amparo Noguera, la política española Amparo Valcarce y la escritora colombiana Amparo Osorio son tres ejemplos destacados.
La etimología de este nombre propio no es ningún misterio, ya que su significado es el mismo que recibe el término amparo al ser usado como sustantivo común, es decir, «protección«. Esto nos lleva a una de las acepciones que le otorga el diccionario de la Real Academia Española: «persona o cosa que brinda amparo a otra».
