Anís es un término que proviene del francés anis, a su vez derivado del latín anīsum. Dicho vocablo, en tanto, procede del griego ánnēson.
El primer significado que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario hace referencia a una planta del grupo familiar de las umbelíferas. De todas maneras, también se llama anís a otros vegetales similares, sobre todo que se asemejan por su aroma.
El anís común
El anís común, anís verde o simplemente anís es la especie de nombre científico Pimpinella anisum. Como ya indicamos, se trata de una umbelífera, lo cual supone que es una angiosperma dicotiledónea que tiene hojas simples y alternas; flores en umbela de tonalidad amarillenta o blanquecina; y fruto formado por un par de aquenios, cada uno con una única semilla.
Analizando en profundidad estos datos, podemos agregar que, como angiosperma, el anís es una planta fanerógama (sus órganos reproductivos resultan visibles como flores) con carpelos que componen un ovario. Además, al ser dicotiledónea, su embrión desarrolla dos cotiledones (primeras hojas).
Si nos centramos en sus características visibles, el anís muestra un tallo ramoso, hojas que se dividen en lacinias y flores de color blanco y tamaño reducido. Sus frutos son semillas pequeñas de forma oval, tono verduzco y un aroma característico.
Su utilización en la cocina
Las semillas del anís se emplean en la preparación de distintas comidas. Por lo general, se usan en la repostería y en la panadería a modo de condimento.
Con el fruto además se prepara un licor, también denominado anís. Dicha bebida alcohólica, de todos modos, puede elaborarse con otras plantas que contienen el componente anetol, como el hinojo y el anís estrellado.
Los tallos, por otro lado, suelen ser comparados con los del apio por su textura y pueden consumirse. Su sabor es menos invasivo que el de las semillas.
El anís como planta medicinal
Al anís se le atribuyen propiedades medicinales desde, al menos, fines del siglo VIII. En aquella época, Carlomagno la incluyó en su acta legislativa “Capitulare de villis vel curtis imperii”, que ordenaba el cultivo de determinadas especies en los jardines reales por sus beneficios.
Por sus principios activos, el anís suele ser recomendado para el alivio de problemas estomacales debido a que reduce los cólicos y ayuda a la digestión. Asimismo se lo sugiere para paliar los trastornos respiratorios y combatir la tos.
Cabe destacar que un médico es el profesional que debe indicar qué tomar para incidir sobre la salud. Nunca es positivo automedicarse ni seguir los consejos de personas que no son expertas en medicina.
Otras especies
Como expresamos líneas arriba, la Pimpinella anisum no es la única especie llamada anís. La Illicium verum, por ejemplo, es mencionada como anís estrella, anís estrellado o anís estrellado chino por la forma de su fruto.
El anís estrellado japonés (Illicium anisatum); el anís pegadizo, anís gitano o ahogagatos (Anthriscus caucalis); y el anís silvestre, anís de Florencia, anís bravo o hinojo (Foeniculum vulgare) son otras plantas con propiedades, características y nombres parecidos.