Nombrar a París como Ciudad de la Luz es un ejemplo de antonomasia.
El concepto de antonomasia procede del vocablo latino antonomasĭa, que a su vez deriva del griego antonomasía. Una antonomasia es una clase de sinécdoque que implica hacer referencia a alguien a través de una de sus cualidades, o a nombrar una cualidad mediante el nombre propio de aquel que la ostenta.
Cabe recordar que la idea de sinécdoque pertenece al terreno de la retórica: se trata de un tropo (el cambio de una expresión por otra que dispone de un sentido figurado) que designa a un elemento con la denominación de otro.
TemasEjemplos de la antonomasia
De este modo podemos decir que la antonomasia es un tropo o, más específicamente, una sinécdoque. Un ejemplo de antonomasia ocurre cuando alguien menciona la Ciudad de la Luz para nombrar a París. En este caso, en lugar de aludir a la capital de Francia por su nombre, se hace referencia a su cualidad como pionera en el desarrollo de la iluminación de los espacios públicos (o incluso por su condición de “faro” cultural).
Si nos enfocamos en la Edad Media y el principio del Renacimiento, notaremos que con gran frecuencia se hablaba de «el Filósofo» para hacer referencia a Aristóteles, una de las figuras más destacadas de la Antigua Grecia, gracias a sus invaluables aportes en campos como la lógica y la filosofía. Dado que las ideas de Aristóteles ejercieron una influencia inmensa en Occidente que trascendió el tiempo y el espacio, con vigencia incluso al día de hoy, es justo que su persona sea considerada sinónimo de pensador.
Referirse a un hombre de gran belleza física como un adonis también constituye una antonomasia. El sentido figurado surge del personaje mitológico Adonis, hijo de Cíniras y Mirra que se destacaba por su hermosa apariencia.
Otro ejemplo de este uso, inverso al anterior, se da con frecuencia en referencia a Adolf Hitler y sus innombrables actos de crueldad, que dejaron una cicatriz imborrable en la historia de la humanidad. Dado que este lamentable personaje nos demostró que la maldad del ser humano parece no tener límite, no es raro usar su nombre como sinónimo de dictador sanguinario.
La primera persona en haber distinguido y establecido el uso de esta clase de antonomasia fue Gérard Jean Vossius, un profesor universitario del siglo XVI oriundo de Países Bajos dedicado a la enseñanza de filosofía, teología, lengua griega e historia. Por esta razón, es correcto mencionarla bajo el nombre de antonomasia vossiana. Si bien se trata de sustantivos comunes, también pueden escribirse con mayúscula inicial y actuar como nombres propios.
En la Antigüedad, a Aristóteles se lo mencionaba como El Filósofo por antonomasia.
Una locución adverbial
La expresión “por antonomasia”, por otra parte, es una locución adverbial que se utiliza para mencionar a una cosa o un sujeto a través de un apelativo que denota que, entre elementos de la misma clase, es el más relevante o conocido. Cuando alguien habla de “la virgen” se entiende que, por antonomasia, alude a la virgen María.
El uso de esta expresión es común en el habla cotidiana para exaltar las habilidades de ciertas personas muy dotadas, así como también para condenar las actitudes reprobables de quienes las exhiben de forma imposible de ignorar. Como se puede apreciar, el rango de casos que puede cubrir este término, específicamente al decir por antonomasia, es muy amplio.
Veamos algunas oraciones en las cuales se advierte con claridad lo expuesto en el párrafo anterior: «Barbra Streisand es la cantante por antonomasia», «No podría confiar en esta empresa, ya que son delincuentes por antonomasia». Si quisiéramos expresar las mismas ideas con otras palabras, podríamos decir que «no hay ninguna cantante con una voz tan maravillosa como Barbra Streisand» o que «esta empresa es famosa por estafar a sus clientes de todas las formas posibles».
